por Dexter Willoughby el Vie Ene 14, 2011 3:29 pm
Bienvenido mr. Zorlek!
- Pase, no se quede ahí fuera, está refrescando, lo nota? Pase, pase... - el doctor Willoughby pasó tras el recién llegado mirando a derecha e izquierda en el exterior. La puerta crujió durante su trayecto y retumbó pesadamente al cerrarse tras ellos.
Permítame el abrigo, y el sombrero, mas tarde le será devuelto. Permítame que me presente, que descortés por mi parte, soy Willoughby, Dexter Willoughby, médico forense, y estoy personalmente encantado de ver una cara nueva entre estas paredes. ¿El abrigo? no se preocupe, le será devuelto mas tarde, cuando decida partir.
- Por aquí - Dexter muestra el camino por un largo corredor alfombrado iluminado por lámparas de gas, y cuando el invitado pasa delante, Dexter lanza el abrigo y el sombrero por una puerta lateral amontonándose con la pila de abrigos, sombreros, paraguas y otros elementos de la gente que entró y nunca más salió. Dexter cierra la puerta y sigue al invitado corredor abajo.
- Y digame, le gustan los perros? Tenemos una mascota muy cariñosa y tenemos una costumbre con todos lo recién llegados, oh! no debe preocuparse, algo sin importancia, una nimiedad, por aquí...
Finalmente el recién llegado Zorlek y Dexter llegan hasta la puerta de hierro de pesados goznes. El doctor abre la puerta que cruje de forma aguda, en un largo sonido de protesta mecánica.
- Verá amigo mio. Tendrá que bajar por esas escaleras de caracol. Tenga cuidado, el penúltimo escalón está suelto, no vaya a tropezar! Una vez abajo, llegará a un descansillo donde encontrará otra puerta de hierro similar a esta, es la perrera. Tenga... - Dexter entrega a Zorlek una lámpara de aceite - use esta lampara pues no hay luz durante todo el recorrido, tenga cuidado con los escalones y cuando llegue abajo, un colega aguardará su llegada para ponerle al tanto de la segunda parte del ritual de iniciación. Darle de comer al perro.
Un incómodo silencio se formó entre los dos. El primero parecía desconfiar de cuanto sucedía, no se fiaba del anfitrión de aspecto académico que había venido a recibirle, mientras que el doctor Willoughby se mantenía calmado esperando que mr Zorlek se decidiera a descender por las escaleras.
Finalmente lo hizo, con cierto recelo, tomó la lámpara de aceite y dispuesto a no defraudar desoyendo las normas de iniciación, descendió las escaleras de caracol.
Dexter tomó el teléfono que quedaba al otro lado de la pared y colocando el auricular en su oreja, dio varias vueltas al timbre.
En el sotano, alguien descolgó.
- Sotano.
- Mr. Lucífugo, el recién llegado está bajando...
Dexter Willoughby.
Médico Forense.
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