por Magnus el Dom Ene 26, 2014 11:28 pm
Estimado amigo, ya que se ofrece, nuestra querida mascota, un cariñoso can de tono azulado, no ha probado bocado desde que nuestro último acólito/becario bajó a alimentarlo. Le importaría bajar a darle de comer? Así podrán conocerse... No tiene pérdida. Baje por esa escalera de caracol al sótano; cuidado con el último escalón, lleva flojo desde que antes de que yo ingresara en esta Orden, y siga el pasillo hasta el final, donde verá una puerta circular, curiosamente muy similar a la de un agujero hobbit. Entonces coja uno de los sacos de Tíndalos Chow que hay al lado de la puerta y entre en el habitáculo para alimentar a nuestra querida mascota. No tiene nada que temer, pero no le mire a los ojos, pues de ese modo se pone mas cariñoso de lo normal.
Cuando regrese, podremos pasar a la biblioteca. Creo que hoy tenemos tertulia sobre "Física no euclidiana, espacio y ángulos". Dese prisa! El tema promete, y los primeros en llegar cogen los mejores sitios, se llenan la copa de coñac a rebosar, y arrasan con los habanos y el tabaco de pipa bueno. Intentaré guardarle un buen asiento, pero no podre mantenerlo libre mucho tiempo. Y ahora, vaya con Tindalín!
"Pero la verdad era una fuente de poder, un instrumento de dominación. ¿Por qué iba a regalarla sin más?" - El Siciliano, de Mario Puzo.
Extorsionando e intimidando para el Don desde septiembre del 2009.