Warhammer LCG: INVASION

Era demasiado tiempo sin destripar un envoltorio, y había que probarlo a la mínima ocasión. Este juego ha sido el elegido para el festivalón.
El primer dato es que no hemos esperado a la traducción en castellano, y debo decir que nos ha salido bien, la jugada. Tanto al Almacenero como a mí, el idioma inglés nos supone el mismo handycap que la invasión de los EEUU en su totalidad, operación relámpago. Pero la primera cosa a destacar es que las reglas son facilísimamente comprensibles para quien tenga un nivel de inglés mínimo (por mínimo que sea).
La caja básica presenta 4 ejércitos básicos: Enanos, Caos, Imperio y Orcos. Además, añade un preview de Altos Elfos y Elfos Oscuros, para que nos vayamos haciendo una idea del futuro.
Divididas todas las facciones en dos maniqueas posturas, Luz y Oscuridad, podremos confeccionar los mazos mezclando las lógicas razas compatibles de cada uno de los dos casos, y ateniéndonos a una carta de Fortaleza, eso sí, que debería coincidir con la que fuera tu raza principal.
Dicha Fortaleza está dividida en 3 zonas: Kingdom (si despliegas aquí a tus tropas, conseguirás más recursos); Quest (si despliegas aquí a tus tropas podrás conseguir robar más cartas y resolver hazañas que te permitan ventajas estratégicas), y Battlefield (las tropas pueden defender cualquier zona de la fortaleza, pero sólo las desplegadas en Battlefield pueden atacar).
Las combinaciones de pagos de cartas mas las reglas sobre fidelidad invitan a mazos monolíticos, aunque a medida que pasen los turnos, la fidelidad dejará de suponer un problema, ya que casi todas las cartas que se juegan la ofrecen (menos las neutrales, por supuesto).
Buenas perspectivas estratégicas (todavía no hemos podido testearlo demasiado, pero los primeros tanteos han dejado buen sabor de boca), una expansión ya anunciada de Skavens (que todavía no ha aterrizado en las tiendas con abundante material de importación), y el habitual futuro de metajuego que vamos observando en el sistema LCG. Originalillo, pero sin correr demasiados riesgos (todavía vivo esperando un juego de cartas con la sofisticación de V:TES), promete varias tardes entretenidas en Muspelheim.
Mi calificación final: Jugable y Recomendable, aunque no va a alucinar a nadie.
El primer dato es que no hemos esperado a la traducción en castellano, y debo decir que nos ha salido bien, la jugada. Tanto al Almacenero como a mí, el idioma inglés nos supone el mismo handycap que la invasión de los EEUU en su totalidad, operación relámpago. Pero la primera cosa a destacar es que las reglas son facilísimamente comprensibles para quien tenga un nivel de inglés mínimo (por mínimo que sea).
La caja básica presenta 4 ejércitos básicos: Enanos, Caos, Imperio y Orcos. Además, añade un preview de Altos Elfos y Elfos Oscuros, para que nos vayamos haciendo una idea del futuro.
Divididas todas las facciones en dos maniqueas posturas, Luz y Oscuridad, podremos confeccionar los mazos mezclando las lógicas razas compatibles de cada uno de los dos casos, y ateniéndonos a una carta de Fortaleza, eso sí, que debería coincidir con la que fuera tu raza principal.
Dicha Fortaleza está dividida en 3 zonas: Kingdom (si despliegas aquí a tus tropas, conseguirás más recursos); Quest (si despliegas aquí a tus tropas podrás conseguir robar más cartas y resolver hazañas que te permitan ventajas estratégicas), y Battlefield (las tropas pueden defender cualquier zona de la fortaleza, pero sólo las desplegadas en Battlefield pueden atacar).
Las combinaciones de pagos de cartas mas las reglas sobre fidelidad invitan a mazos monolíticos, aunque a medida que pasen los turnos, la fidelidad dejará de suponer un problema, ya que casi todas las cartas que se juegan la ofrecen (menos las neutrales, por supuesto).
Buenas perspectivas estratégicas (todavía no hemos podido testearlo demasiado, pero los primeros tanteos han dejado buen sabor de boca), una expansión ya anunciada de Skavens (que todavía no ha aterrizado en las tiendas con abundante material de importación), y el habitual futuro de metajuego que vamos observando en el sistema LCG. Originalillo, pero sin correr demasiados riesgos (todavía vivo esperando un juego de cartas con la sofisticación de V:TES), promete varias tardes entretenidas en Muspelheim.
Mi calificación final: Jugable y Recomendable, aunque no va a alucinar a nadie.