Bueno, familia. Antes de que se saturen líneas de teléfonos y de que la 'banda ancha' se quede pequeña ante el volumen de tráfico internaútico; a partir de este algo despistado sentimiento religioso que me caracteriza (y que me lleva a celebrar los fines de año el 31 de octubre), me gustaría felicitaros a tod@s este (ya pasado) solsticio de invierno y su consiguiente Saturnalia: que lo paséis rodead@s de vuestros más queridos allegados, y que en las celebraciones destiléis la felicidad que tanto buscamos y que en ocasiones se nos muestra esquiva.
Y ante todo, ¡que en el 2.009 nos sigamos leyendo aquí, y posteando nuestra real fantasía!