-H.P.Lovecraft y Zealia Bishop, El Túmulo
El Uroborus es un símbolo del círculo de la vida y la muerte que se encuentra en la naturaleza. Normalmente, los círculos de vida, muerte y renacimiento se encuentran en el reino de Shub-Niggurath, pero el Devorador, Cthulhu, posee una alianza con Yig, el Padre de las Serpientes (Gritos desde el interior, 85), cuyos engendros están relacionados con el símbolo del ciclo eterno. Y tener un nido de serpientes venenosas es muy útil cuando tu actividad principal es la destrucción total.

Un nido de víboras inmortal
Si alguna vez quieres acabar con tu propio equipo usando efectos simétricos, como Ofrendas de Sacrificio (Caja Básica, 59) o En una Tumba sin Nombre (El Sueño de los Muertos, 88), mejor tener la capacidad de recuperar las perdidas. Con Uroborus (Escrito y Encuadernado, 3) puedes hacer justamente eso. Puedes beneficiarte de la destrucción masiva. Cuando tus Serpientes dejen el juego, puedes jugar Uroborus de tu mano sin coste, y si tienes más de un Uroborus en tu mano, el mismo sirve para activar la respuesta de sus otras copias. En extrañas ocasiones, una maldita Serpiente podría engendrar hasta tres a la vez.



Eso es justamente la primera parte del plan de Uroborus
Un ciclo sin fin
Una vez que tienes tres Serpientes en tu pila de descartes, el Uroborus continuará regresando por si solo. La segunda parte es asegurarse de que su regreso no será una larga vida. Los efectos de sacrificio como El Contrato de Yuggoth (Susurros en la oscuridad, 12) permiten a Uroborus usar su habilidad de regenerarse y entrar de nuevo en un ciclo que te permitirá robar tantas cartas como quieras.

Incluso sin combinaciones, la presencia eterna de Uroborus será un preciado presente del padre de las serpientes. Con algunas formas de sanar de la locura, el acceso a sus iconos de Terror y Combate hará que ganes las luchas con menos dificultad.
Mejor aún, este no es el único efecto recursivo de las Serpiente que podrás encontrar en Escrito y Encuadernado. De hecho, todo lo que puedo decir sobre el circulo, es que sólo ha comenzado...