Adler Diermissen
Explorador y aventurero
Tras un leve asentimiento a Heinrich, y sin poder evitar echar un vistazo por el rabillo del ojo en la dirección a las escaleras del sótano, me dirijo hacía esas puertas. Desconozco su número, supongo que debido a la falta de luz o al pequeño resquicio que dejaba la hoja de la puerta con el marco a través del que he mirado antes. Quizás al acercarnos pueda salir de dudas y saber cuantas puertas hay en el pasillo.
Las ventanas, con sus barrotes de hierro... ¿están rotas? ¿a que altura están? ¿podrían haber pasado el objeto robado por las ventanas para no ser atrapados con ello en su poder? * Me sentiría tan... tan estúpido si conseguimos atrapar a los ladrones, para descubrir que no poseen el preciado objeto robado y que no aparece en el museo ni aún registrándolo a fondo. *
- Desconozco la situación exacta de la sala de conserjes. Aunque han de estar cerca. Tendremos que ir abriendo las puertas una a una. - Comento en voz baja mientras me dirijo a la primera puerta. Espero a que se aproximen Egmund y Bruno, y tras unos segundos en silencio (por si se pudiese escuchar algo tras la puerta) la abro.