Sectarios: Foro de la Llamada de Cthulhu

Bruno Katsner
Diletante prusiano

Viendo que todos sus compañeros se adentran en la extraña niebla y que pueden sufrir problemas para salir de ella, Bruno decide mirar alrededor en busca de algún cabo o cuerda. La intención es tirarla hacia ellos para que puedan asirla y arrastrarlos fuera de peligro en caso de que sufran esos mareos.

* Debo mantenerme alerta por si necesitan mi ayuda para escapar de esa nube tóxica. Alguna cinta separadora de exposiciones o una cuerda de cortina me servirán por si hay que rescatarlos. *

Heinrich Zweig
Arqueólogo y anticuario

Pese a todo el arqueólogo trató de sacar fuerzas de flaqueza y tomó al hombre intentando arrastrarlo lo antes posible fuera de la nube amarilla que seguía cerniéndose amenazadoramente sobre ellos, apenas consciente de si el resto hacía algo más o se limitaba a mirar lo que estaba pasando.

18 de abril de 1927, 20:32
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


La escena es terrible. Parece que Heinrich Zweig sufre algún tipo de dificultad, pero el resto de investigadores se adentra en la misteriosa niebla para rescatar la mujer. Los gritos, el miedo que se respira en la habitación y las agonizantes víctimas que se hallan en el suelo hacen estremecer las almas de los presentes...

Bruno Katsner escribió: Viendo que todos sus compañeros se adentran en la extraña niebla y que pueden sufrir problemas para salir de ella, Bruno decide mirar alrededor en busca de algún cabo o cuerda. (...)

Bruno Katsner busca a su alrededor y detecta rápidamente que en el perímetro de la sala de pinacoteca hay una cuerda de varias pulgadas de grosor que sirven para que los visitantes mantengan una distancia adecuada respecto a los cuadros.


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NOTA DM.-

Tirada cordura = 87 > 70 [FALLO] --- Egmund Müller pierde 3 puntos de Cordura

Tirada cordura = 53 < 60 [ÉXITO] --- Adler Diermissen

Tirada cordura = 38 < 60 [ÉXITO] --- Bruno Katsner

Tirada cordura = 81 > 70 [FALLO] --- Heinrich Zweig pierde 1 punto de Cordura

18 de abril de 1927, 20:32
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


Heinrich Zweig consigue sacar fuerzas de flaqueza y, tras sujetarlo y cargarlo a su espalda, lleva al hombre inconsciente fuera de la niebla.

En cambio, Egmund Müller empieza a notar una opresión en la parte posterior de la cabeza y como el estómago le da un vuelco súbito. Se acacha para intentar levantar a la mujer pero de inmediato se da cuenta que no tiene energía suficiente para sacarla de allí. Sea como sea, es consciente que la niebla le resta fuerzas no porqué la esté inspirando -por ahora consigue mantener la respiración- sino porqué la misteriosa niebla amarillenta le está robando parte de su energía vital...

Justo un segundo después que el profesor de Historia hinque la rodilla en el suelo a consecuencia del gas amarillo, Adler Diermissen llega a su lado y consigue arrastrar a la mujer fuera de la zona afectada. Müller, todavía notando punzadas en el interior de la cabeza, sale junto a su compañero lejos de esa espeluznante e incomprensible nube.

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NOTA DM.-

Tirada POD x 5 = 90 > 70 [FALLO] --- Egmund Müller pierde 2 puntos de Magia

Tirada POD x 5 = 31 < 60 [ÉXITO] --- Adler Diermissen

Tirada POD x 5 = 50 < 70 [ÉXITO] --- Heinrich Zweig

Tirada FUE x 5 = 48 < 70 [ÉXITO] --- Heinrich Zweig

Tirada FUE x 5 = 22 < 75 [ÉXITO] --- Adler Diermissen

18 de abril de 1927, 20:35
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


Tras desplazarse fuera del área de efecto de la misteriosa nube amarilla, los investigadores consiguen recuperar el aire y el dolor que experimentaban Heinrich Zweig y Egmund Müller desaparece por completo.

Por suerte, la señora recupera el conocimiento poco a poco. En cambio, el varón sigue inconsciente aunque cesan sus convulsiones.

Bruno Katsner
Diletante prusiano

Bruno deja la cuerda al ver que todos sus compañeros y la pareja están fuera de peligro. Se acerca a la mujer, le coje la mano para consolarla un poco y le pregunta:

- Fräulein ya ha pasado el peligro, ¿se encuentra mejor? ¿Podría decirnos que le ha pasado? Parecía cómo si esa extraña nube amarilla les estuviera afectando hasta el punto de provocarle un de desmayarse... - * Y me recordaba a los gases asesinos utilizados en la Gran Guerra... *

Heinrich Zweig
Arqueólogo y anticuario

Heinrich no tenía ni idea de qué hacer para ayudar al hombre, de modo que le aflojó un poco la corbata y le abrió un poco el cuello de la camisa para facilitar su respiración. Se percató que nadie más se había acercado a socorrer al hombre. Él también se consideraba un caballero, pero había también que entender quién estaba más grave que quién.

- ¡Que alguien llame a un médico, por amor de Dios! - Increpó al grupo de personas que se había quedado en torno a la mujer, que sí parecía consciente ahora que se fijaba. Tal vez hubiera estado menos tiempo expuesta a ese... esa... lo que fuere.

Adler Diermissen
Explorador y aventurero

Miro alrededor, en busca de alguna ventana o salida de aire. * Sea lo que sea hay que evitar que se mueva, en un atestado como este sería el caos. *. En voz alta, pero sin dirigirme a nadie en particular - Que nadie se acerque a esa nube, es... es tóxica. Provoca asfixia o algo similar. ¿un médico en la sala? ¿Necesitamos un - y alzando bastante la voz -MÉDICO? -

Egmund Müller
Profesor de Historia

Müller se sienta en el suelo recostándose contra una de las columnas. Tiene la mandíbula desencajada y respira rápida y profundamente. Los ojos, muy abiertos, están fijos en la extraña nube amarillenta que le ha hecho experimentar sensaciones innimaginables para él hasta ese momento, y no precisamente agradables.

Poco a poco va recomponiéndose y se dispone a ayudar en lo que sea preciso, eso sí, comprobando cada pocos segundos la evolución de la niebla tóxica.

18 de abril de 1927, 20:36
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar

Heinrich Zweig escribió:- ¡Que alguien llame a un médico, por amor de Dios!-

Tras unos segundos de estupefacción, tras el grito de Zweig y el segundo ruego de Diermissen, varias personas vienen en la ayuda de la pareja -aparentemente- intoxicada. Son un varón de edad avanzada que dice ser médico y dos señoras que se presentan como enfermeras. Mientras una ayuda al médico con el señor inconsciente, la otra se preocupa por herr Müller y por la señora a la que acompaña herr Katsner.

Egmund Müller escribió:Müller se sienta en el suelo recostándose contra una de las columnas. (...) Poco a poco va recomponiéndose (...), eso sí, comprobando cada pocos segundos la evolución de la niebla tóxica.

Egmund Müller está mirando fijamente la niebla amarilla, observando su evolución. Parece que al salir los afectados (o víctimas) del interior de esta, se está desvaneciendo...

Adler Diermissen escribió:Miro alrededor, en busca de alguna ventana o salida de aire.

Adler mira a su alrededor concienzudamente. Pronto detecta en la parte opuesta a su situación unas tupidas cortinas en la parte superior de la pared, muy cerca del techo, a más de 2 metros de altura. Se acerca al final de la sala, bordeando la nube tóxica, y encuentra en la esquina dos mecanismos: uno sencillo para correr las cortinas, y otro consistente en una manivela a la que dar vueltas para que las ventanas basculen levemente y pueda entrar una mínima -pero necesaria- brisa de aire...

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NOTA DM.-

Tirada Descubrir = 51 < 79 [ÉXITO] --- Adler Diermissen