Sectarios: Foro de la Llamada de Cthulhu

Bruno Katsner
Diletante prusiano

Después de esperar un rato junto al miembro del servicio, ve enfilar la luz de una linterna girando la esquina que da a la escalera. Felizmente aparecen los tres exploradores sanos y salvos, pero las miradas que lanzan de reojo a las escaleras del sótano delatan que ha sido una búsqueda tensa y peligrosa.

- Bienvenidos y bienhallados señores. - Les saludo, alegre de verlos de nuevo. - ¿Ha habido suerte por ahí abajo? -

* Por las expresiones de estupor y cansancio que traen mis compañeros no debe haber sido una fiesta lo de ahí abajo. Estos sótanos deben de ser un lugar muy poco agradable. *

- Por sus miradas creo que no, y además parece no ha sido una experiencia muy gratificante. Será mejor que volvamos a la recepción, expliquemos al director Wemhoff nuestra investigación y nos tranquilicemos tomando una copa. -

Dicho esto Bruno hace un ademán para volver al salón de la exposición.

18 de abril de 1927, 21:30
Pasadizos del Neues Museum
Berlín, República de Weimar

Bruno Kastner escribió:- (...) parece no ha sido una experiencia muy gratificante. Será mejor que volvamos a la recepción, expliquemos al director Wemhoff nuestra investigación y nos tranquilicemos tomando una copa. - Mientras hace un ademán para volver al salón de la exposición.

- Si por favor. Pueden ir charlando por el camino si así lo desean. - Añade rápidamente a continuación Hans Fried algo confundido por toda la escena, especialmente al comprobar que alguien ha forzado la reja de la venta del pasadizo y que, según los investigadores, ha descendido al sótano...

- Hace ya tres cuartos de hora que el Director Wemhoff les envió a buscar al ladrón de la pieza de la exposición. Debe esta muy impaciente. -

Por sus palabras se intuía que Hans Fried temía la represalia del Director o algo similar. Pese a ello, los investigadores sabían que en su meticulosa inspección no habían desaprovechado ni un sólo instante.

Hans mira al Doctor Zweig, que todavía sostiene el hacha en las manos, y le comenta: - Esto... - Dice mirando el hacha. - Debería dejarlo en su sitio... - A lo que Heinrich responde escondiéndola en un rincón del laboratorio de taxidermia cercano.

- Por aquí, síganme por aquí... - Dice cortesmente una vez resuelta la última incidencia.

Y los cuatro investigadores retomaron el corredor de servicio por el que habían llegado a la zona de despachos del Neues Museum donde se hallaban.


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================== FIN DEL CAPÍTULO 3 ==================

============ Capítulo 4 - CONTACTO MORTAL ============