Sectarios: Foro de la Llamada de Cthulhu

18 de abril de 1927, 22:48
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


Con algo de miedo los investigadores van incorporándose levemente mientras se quitan la mano del rostro.

La sala parece tranquila. No queda ni rastro de la mancha ni del ser informe que emergió de ella.

Pero tampoco ve por ningún lado al Doctor Burke Kahlfuss. Bueno, no exactamente: en el lugar donde el légamo negro lo había capturado, sobre el suelo y caído de lado...

... se encuentra uno de sus zapatos. Sólo uno.

Sala de exposiciones escribió:
Con algo de miedo los investigadores van incorporándose levemente mientras se quitan la mano del rostro.

La sala parece tranquila. No queda ni rastro de la mancha ni del ser informe que emergió de ella.

Miro a Müller, para confirmar que tiene la misma cara de sorpresa que yo. * Todo esto parece un sueño, una pesadilla para ser más exacto. *

- No hay nada... -

Tomo, una vez más, el poste... para dar golpes en donde momentos antes estaba el agujero, estaba el ser... y donde por desgracia estaba también Doctor Burke Kahlfuss. * Esto es de locos... *

Egmund Müller
Profesor de Historia

La precaución en Müller deja lugar a la estupefación. El rostro de Adler le sirve para confirmar que efectivamente la desaparición del ser y el profesor no se trata de un truco de su maltratada mente.

Lentamente se pone en pie y con no menos parsimonia se acerca al solitario zapato tirado en el suelo. Con la mirada fija en él lo recoje, escuadriñándolo como si veterano erudito se hubiera escondido dentro. Una mueca de tristeza se refleja en su rostro.

* ¿Esto es todo lo que queda de él? No puede ser cierto... * piensa para sí mientras recuerda la vitalidad que emanaba del profesor a pesar de sus años.

18 de abril de 1927, 22:50
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


Todos los presentes están conmocionados y estupefactos. Habían pasado cosas increíblemente extrañas esa noche, como la niebla, las extrañas pisadas en la otra ala del museo, la extraña energía que había electrocutado a un hombre y lo había reducido a cenizas, la mancha negra que se había empezado a mover por las salas y, finalmente, el nacimiento del extraño pozo de negrura del légamo informe que había capturado al Doctor Kahlfuss y se lo había llevado... ¿para siempre?

La situación había ido de mal en peor. Ciertamente la exposición que se había iniciado con mucho interés y expectación había terminado siendo un acto terrible y dramático. Y lo que era peor... ¿realmente había terminado todo? ¿Había alguna explicación racional para todo ello? Desgraciadamente la respuesta a esa pregunta de los investigadores era... No. Algo que les había roto la concepción que tenían del mundo. Ahora eran conscientes más que nunca que en el universo hay fuerzas inexplicables y que se hallan más allá del conocimiento y la conciencia humana. Y saber eso les había cambiado la vida para siempre y, posiblemente, para peor...

Poco a poco se fueron incorporando. Algunos balbuceaban. Otros permanecían de pie con la mirada perdida. Quizás todos tenían miedo de hablar sobre lo que habían visto.

Matthias Wemhoff
Director del Neues Museum


- Oh Dios mío... Oh Dios mío...- Dice herr Wemhoff con voz entrecortada. - Hoy debía ser una noche de debate e historia... ¿como ha pasado todo esto?-

El Director camina a pasos irregulares, medio cojeando, hasta llegar al lado del Profesor Müller. Una vez allí, mira con estupefacción el zapato que este sujeta con la mano.

- Oh Dios... ¿Como voy a explicar todo esto a las autoridades?-

Todos los presentes están confusos y el pánico todavía se dibuja en sus rostros. El silencio es sepulcral.

18 de abril de 1927, 22:53
Sala de exposiciones del Neues Museum
Berlín, República de Weimar


Las conversaciones son escasas y cortas. Todos están en shock todavía. Pese a qué buscan solución a sus preguntas todos son conscientes de qué no hay respuestas.

Pero de pronto...

¡Una puerta se abre!

El susto es monumental y todos se dan la vuelta aterrados.

Por suerte, por la puerta de servicio aparecen el Doctor Zweig, herr Kastner y el Sr. Toepfer, que se muestran sorprendidos por la reacción de los presentes a su llegada. Curiosamente son sólo ellos tres, y no los acompaña el Sr. Hansen, el trabajador del Neues Museum que el Director Wemhoff envió a buscarles.


__________________________________________________________

================== FIN DEL CAPÍTULO 5 ==================

===== Capítulo 6 - RELIQUIAS DE UN MUNDO OLVIDADO =====