18 de abril de 1927, 22:49
Sótano del Neues Museum
Berlín, República de WeimarEl silencio reina en el lugar tras lo que ha parecido la marcha de los dos extraños individuos de voz grotesca. Los tres hombres se miran los unos a los otros y tras escuchar las certeras palabras de su compañero, el Doctor Zweig, avanzan con precaución hasta la esquina, donde la iluminan con la linterna para encontrarla... vacía.
Con la luz de la linterna que lleva herr Kastner y herr Toepfer van iluminando el pasillo, pues parece que los dos intrusos han ido rompiendo las luces a medida que avanzaban. Pero de pronto...
A lo lejos se escucha un grito...
Se quedan paralizados al momento. Se trataba, sin lugar a dudas, del grito de un hombre, posiblemente de espanto.
A continuación se escucha un fuerte golpe y un quejido de dolor, algo que cae al suelo y se rompe (¿quizás una linterna?) y, finalmente, un ruido de algo que cae deslizándose por una pared...
De no ser por la quietud y silencio que reinaba en el sótano no habrían escuchado con tanta claridad.
Y todo ello a menos de treinta metros de su posición, dos esquinas más allá...