Egmund Müller
Profesor de Historia
Sobresaltado por el nuevo estruendo, Müller recula hasta alcanzar, una vez más a lo largo de esta noche, la falsa sensación de seguridad que puede proporcionarle el sentir la pared a su espalda.
Con el rostro desencajado, no puede apartar la mirada del ahora destrozado tragaluz a través del cual, a buen seguro, alguien o algo hará su aparición...
¿Debería quedarse aquí? ¿Debería ir a comprobar qué ha producido el ruido más abajo? No quería que lo cogieran por sorpresa, pero ahora puede que dos grupos distintos se estén dirijan hacia la sala en la que se encuentran, atrapándolos sin remedio... Como un flash pasaron por su mente todos los horripilantes fenómenos de esa maldita noche... ¿Sería alguno de ellos de nuevo? ¿O quizás algo nuevo y más aterrador? Aunque su mente le decía, mejor dicho, le gritaba, que lo más sensato sería seguir el rumbo de la mayoría de los invitados y dirigirse a la salida principal del edificio, de alguna forma su curiosidad, que ha tantos éxitos académicos le había llevado, le mantenía atrapado entre las paredes de su amado museo, del que quizás no saldría más con vida...