Bruno KatsnerDiletante prusianoEgmund Müller escribió:- Errrr... nosotros... el agujero del suelo... se movía, se movía, y... el ser negro que salió del agujero, el ser... cogió al profesor y... y... - Incapaz de continuar por el momento, su mirada se dirige hacia el solitario zapato que todavía sostiene entre sus manos.
Adler Diermissen escribió:- Ya no está. Ni el profesor Burke Kahlfuss, ni el agujero, ni el ser... todo ha desaparecido. [...] - [i] ni... ni el profesor -
- Dios mio, lo que cuentan suena increíble. No me lo creería si no hubiera presenciado los hechos de esta tarde noche en el museo. Además su estado de excitación tan solo hace que confirmarme que han vivido algo terrorífico. -Bruno no puede disimular una mueca de preocupación. Pensaba que lo que habían experimentado en los sótanos era aterrador, pero por lo visto aquí arriba se había vivido algo realmente horroroso.
- Como saben Herr Zweig, Herr Toepfer y yo mismo bajamos a los sótanos para buscar el misterioso agujero. Pero después de recorrer varias habitaciones donde pensábamos debería estar no encontramos nada. -
- Más tarde vivimos un rato angustioso cuando escuchamos como alguien rompía una a una las bombillas del pasillo, sumiéndonos en la oscuridad y en un estado de tensión muy alto. Al intentar descubrir quién era el alborotador mantuvimos una extraña conversación con alguien....un par de individuos a los que no pudimos ver en la negrura del pasillo. Lo que si podemos afirmar es que debían ser extranjeros por su rara y siseante forma de hablar. Parecía que croaran en lugar de hablar, debían intentar ocultar sus voces para que no los pudiéramos reconocer en el futuro. -
- Sin duda deben de ser los ladrones, porque no pararon de afirmar que el ídolo era suyo y que lo tomarían por la fuerza si no se lo entregábamos. Visto lo que pasó después debemos andarnos con cuidado con estos individuos pues son peligrosos y violentos. -
- La desgracia sobrevino luego; al intentar perseguir a los ladrones escuchamos un fuerte golpe, y descubrimos el cuerpo sin vida de un tal Hansen, que parece ser alguien del museo. El resto ya lo conocen, subimos las escaleras y nos encontramos con todos ustedes. -sectario escribió:- ¿Y esa hacha...? - No se si me gustará oír la respuesta.
- Después de oír nuestras peripecias por el sótano comprenden que herr Zweig vaya armado. -
- Quizás debamos calmarnos un poco, y pensar dónde está el profesor. Lo que cuentan sobre que ha sido secuestrado por un monstruo debe ser producto de una histeria colectiva, o algún tipo de truco de los ladrones. Debemos calmar los nervios y organizar la búsqueda del profesor y de esos asesinos que se ocultan en el sótano. -El diletante intenta calmar a sus compañeros, templando sus palabras para que no sean malinterpretadas. Le quita de las manos a
Diermissen el pivote y lo coloca en el suelo, palmeándole la espalda para que calme su tic nervioso.
- Querido Müller deje ese zapato en el suelo, será mejor por ahora no tocarlo. ¿Heinrich puedes ayudar a Müller?, gracias. Director, ¿no podrían los empleados traer unos vasos de agua? Gracias... -