Sectarios: Foro de la Llamada de Cthulhu

Capítulo 6 - RELIQUIAS DE UN MUNDO OLVIDADO



A las siete de la tarde personas reconocidas de la cultura berlinesa, entre los que se hallaban cuatro reputados investigadores, habían sido invitadas al Neues Museum a la inauguración de la exposición:

“Encuentros entre culturas ancestrales lejanas, ¿hallazgos de un origen común en la humanidad primitiva?”

Todo había empezado muy bien y las explicaciones del orador y organización de la muestra eran sumamente interesantes.

Pero desgraciadamente habían surgido imprevistos...

Ahora mismo son prácticamente las once de la noche. Todos se hallan en la sala principal de exposiciones, pero los que allí se hallaban muestran síntomas de haber sufrido un gran espanto. Tres personas acaban de llegar al lugar: habían sido los encargados de investigar el sótano del museo, ya que un extraño agujero negro había aparecido en la sala egipcia y habían descendido al piso inferior a buscar respuestas sobre el extraño fenómeno. Si las habían encontrado... aún estaba por saberlo.

La Noche en el Museo... se había complicado.

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# Capítulo 5 - DESPERTAR EN TRES ACTOS #

Heinrich Zweig
Arqueólogo y anticuario

Acompañando al conservador y al mecenas, Heinrich sentía el peso del hacha en sus brazos casi como si hubieran sido sus golpes los que se hubieran descargado sobre el difunto del sótano. Había muerto por bajar para algo, seguramente buscándoles a ellos, para encontrarse con su misterioso asesino en la oscuridad y sufrir tan terrible destino. ¿Qué podía justificar tanta violencia? ¿Realmente era tan importante esa estatuilla como para matar? Habían echado un vistazo a las pertenencias que llevaba encima el difunto, pero no tenía nada consigo que estuviera fuera de lugar, por lo que quedaba descartado que su presencia fuera meramente lo que aparentaba. Estaba consternado y furioso. Cierto es que no era la primera vez que veía morir a alguien, en las expediciones a veces ocurrían accidentes, pero esto no tenía ningún sentido.

Cuando llegaron a la sala de exposiciones, apoyó agradecido el hacha en el suelo, pero los rostros de los presentes le dejaron claro que algo había pasado, tal vez tan horrible como el cadáver del sótano si no más. Todos parecían conmocionados y faltaba el profesor invitado. Miró a su alrededor con inquietud. Si había habido alguien, todavía podía estar presente y escondido en las cercanías.

- Señores, ¿qué ha pasado? ¿Se encuentran bien? -

Egmund Müller
Profesor de Historia

Combinando sentimientos de alegría por ver gente conocida aparecer de pronto pero también de confusión al no saber todavía muy qué estaba pasando, Müller no consigue emitir una respuesta coherente.

- Errrr... nosotros... el agujero del suelo... se movía, se movía, y... el ser negro que salió del agujero, el ser... cogió al profesor y... y... - Incapaz de continuar por el momento, su mirada se dirige hacia el solitario zapato que todavía sostiene entre sus manos.

Adler Diermissen
Explorador y aventurero

Yo, Adler Diermissen, tiene en las manos uno de los pivotes de la exposición, los que se utilizan para extender las cuerdas que separan los visitantes de las piezas. Dando golpecitos al suelo... como buscando algo

Heinrich Zweig, Arqueólogo y anticuario escribió:- Señores, ¿qué ha pasado? ¿Se encuentran bien? -

- Ya no está. Ni el profesor Burke Kahlfuss, ni el agujero, ni el ser... todo ha desaparecido. El agujero se movía, se desplazaba como si fuera... como si fuera un simple retazo de papel pintado. De repente, el agujero ganó volumen... formó un monstruo. Un monstruo negro como el agujero del que brotó, o se formo. No lo se. Yo... yo y Müller apartemos a Matthias Wemhoff, el director, y a Kiefer, el conserje, del monstruo... pero ya había agarrado al profesor. Lo alzó, como si fuera un muñeco de trapo.. y el monstruo comenzó a iluminarse... cada vez era más y más brillante. Mientras... mientras el profesor Burke Kahlfuss gritaba y gritaba sin parar. El monstruo, ese ser negro, brillaba con tal intensidad que quemaba las retinas. Tuve que cerrar los ojos, taparme los ojos con las manos.. y a pesar de todo podía notar esa luz mientras los gritos de Kahlfuss continuaban reverberando en nuestros oídos. Y de repente... nada. La luz cegadora, el monstruo negro que nos quemaba las retina había desaparecido, junto al agujero - digo mientras repito los golpes en el suelo, esperando encontrar algún punto que suene a hueco... o que vuelva a aparecer ese agujero - ni... ni el profesor -

Con la vista señalo el zapato que mantiene en las manos Müller
- Sólo queda eso de del profesor Burke Kahlfuss -

Heinrich Zweig, Arqueólogo y anticuario escribió:Acompañando al conservador y al mecenas, Heinrich sentía el peso del hacha en sus brazos

- ¿Y esa hacha...? - No se si me gustará oír la respuesta.

Bruno Katsner
Diletante prusiano

Egmund Müller escribió:- Errrr... nosotros... el agujero del suelo... se movía, se movía, y... el ser negro que salió del agujero, el ser... cogió al profesor y... y... - Incapaz de continuar por el momento, su mirada se dirige hacia el solitario zapato que todavía sostiene entre sus manos.

Adler Diermissen escribió:- Ya no está. Ni el profesor Burke Kahlfuss, ni el agujero, ni el ser... todo ha desaparecido. [...] - [i] ni... ni el profesor -

- Dios mio, lo que cuentan suena increíble. No me lo creería si no hubiera presenciado los hechos de esta tarde noche en el museo. Además su estado de excitación tan solo hace que confirmarme que han vivido algo terrorífico. -

Bruno no puede disimular una mueca de preocupación. Pensaba que lo que habían experimentado en los sótanos era aterrador, pero por lo visto aquí arriba se había vivido algo realmente horroroso.

- Como saben Herr Zweig, Herr Toepfer y yo mismo bajamos a los sótanos para buscar el misterioso agujero. Pero después de recorrer varias habitaciones donde pensábamos debería estar no encontramos nada. -

- Más tarde vivimos un rato angustioso cuando escuchamos como alguien rompía una a una las bombillas del pasillo, sumiéndonos en la oscuridad y en un estado de tensión muy alto. Al intentar descubrir quién era el alborotador mantuvimos una extraña conversación con alguien....un par de individuos a los que no pudimos ver en la negrura del pasillo. Lo que si podemos afirmar es que debían ser extranjeros por su rara y siseante forma de hablar. Parecía que croaran en lugar de hablar, debían intentar ocultar sus voces para que no los pudiéramos reconocer en el futuro. -

- Sin duda deben de ser los ladrones, porque no pararon de afirmar que el ídolo era suyo y que lo tomarían por la fuerza si no se lo entregábamos. Visto lo que pasó después debemos andarnos con cuidado con estos individuos pues son peligrosos y violentos. -

- La desgracia sobrevino luego; al intentar perseguir a los ladrones escuchamos un fuerte golpe, y descubrimos el cuerpo sin vida de un tal Hansen, que parece ser alguien del museo. El resto ya lo conocen, subimos las escaleras y nos encontramos con todos ustedes. -

sectario escribió:- ¿Y esa hacha...? - No se si me gustará oír la respuesta.

- Después de oír nuestras peripecias por el sótano comprenden que herr Zweig vaya armado. -

- Quizás debamos calmarnos un poco, y pensar dónde está el profesor. Lo que cuentan sobre que ha sido secuestrado por un monstruo debe ser producto de una histeria colectiva, o algún tipo de truco de los ladrones. Debemos calmar los nervios y organizar la búsqueda del profesor y de esos asesinos que se ocultan en el sótano. -

El diletante intenta calmar a sus compañeros, templando sus palabras para que no sean malinterpretadas. Le quita de las manos a Diermissen el pivote y lo coloca en el suelo, palmeándole la espalda para que calme su tic nervioso.

- Querido Müller deje ese zapato en el suelo, será mejor por ahora no tocarlo. ¿Heinrich puedes ayudar a Müller?, gracias. Director, ¿no podrían los empleados traer unos vasos de agua? Gracias... -

Heinrich Zweig
Arqueólogo y anticuario

El hombre asintió y se acercó al profesor, al que quitó delicadamente el zapato de las manos y lo dejó a un lado, algo apartado de la vista para evitar las constantes miradas. Después le ayudó a ponerse en pie y le guió hasta donde pudiera tomar asiento.

- Yo diría que más que un vaso de agua necesitarán algo más fuerte, si me permiten la sugerencia. Algo más que dijeron esos tipos, seguramente los que dejaron las huellas que vimos en el pasillo, es que había algo más aquí y que seríamos responsables de lo que ocurriese por haber reunido "tantos poderes". No me pregunten a qué se refiere, no tengo idea. Respecto al robo, parece que quien lo realizó se equivocó y les llevó la pieza equivocada. Tenemos mucho que hacer todavía, señores. Mejor que se tomen un respiro ahora y veamos qué podemos sacar en claro. -

Matthias Wemhoff
Director del Neues Museum


- ¿Hansen? ¿Hansen ha fallecido? Oh Dios mío... yo mismo le envié a buscarles... - Y herr Wemhoff se lleva las manos al rostro, señal de un profundo abatimiento.

Heinrich Zweig escribió:- Yo diría que más que un vaso de agua necesitarán algo más fuerte, si me permiten la sugerencia. (...) -

Muy abatido el Director Wemhoff parece salir del ensimismamiento en el que parecía haber caído.

- Si, si , por supuesto...- El Director se aclara la garganta y pide a uno de los colaboradores del museo que traiga algo para beber de lo que ha sobrado del catering de la presentación.

Heinrich Zweig escribió:- (...) Algo más que dijeron esos tipos, seguramente los que dejaron las huellas que vimos en el pasillo, es que había algo más aquí y que seríamos responsables de lo que ocurriese por haber reunido "tantos poderes". No me pregunten a qué se refiere, no tengo idea. (...) -

- ¿Reunido el qué? Esto no tiene ningún sentido... Si no fuera suficiente con los accidentes sin explicación ahora resulta que tenemos individuos alborotadores campando a sus anchas por el sótano... -

Adler Diermissen
Explorador y aventurero

Matthias Wemhoff escribió:- Si, si , por supuesto...- El Director se aclara la garganta y pide a uno de los colaboradores del museo que traiga algo para beber de lo que ha sobrado del catering de la presentación.

- Gra... gracias.- Tomo un vaso de forma distraida... sin fijarme en el líquido que contenga.

Matthias Wemhoff escribió:- ¿Reunido el qué? Esto no tiene ningún sentido... Si no fuera suficiente con los accidentes sin explicación ahora resulta que tenemos individuos alborotadores campando a sus anchas por el sótano... -

Antes de beber del vaso, respondo como pensando para mi mismo.

- Hemos supuesto siempre que algo o alguien estaba detrás de todo. La desaparición de la primera pieza, y los hechos del sótano. La nube amarilla, luego el agujero y ... - disminuyo mi voz con un tono dudoso - y lo que sucedió después.... Que se han reunido fuerzas que no podemos imaginar es innegable. Pero yo al menos no había pensado en la posibilidad que hubieran dos fuerzas enfrentadas... y nosotros en medio de ellas.-

Vuelvo a hacer el ademán de beber del vaso... para continuar hablando.

- Eso... eso podría explicar algunas cosas...- comento distraídamente mientras echo un vistazo a Kiefer - ¿Podríamos seguir hablando sin que el fuese consciente de la conversación?-

Matthias Wemhoff
Director del Neues Museum

Adler Diermissen escribió:- Eso... eso podría explicar algunas cosas...- comento distraídamente mientras echo un vistazo a Kiefer - ¿Podríamos seguir hablando sin que el fuese consciente de la conversación?-

- Si, si, por supuesto.- Responde algo distraído herr Wemhoff.

A continuación se desplazan unos metros y se alejan del resto de conserjes y trabajadores del museo, que están charlando entre ellos, también confusos y agotados por la consecución de sucesos trágicos de la noche.

Adler Diermissen
Explorador y aventurero

Matthias Wemhoff, Director del Neues Museum escribió:
A continuación se desplazan unos metros y se alejan del resto de conserjes y trabajadores del museo, que están charlando entre ellos, también confusos y agotados por la consecución de sucesos trágicos de la noche.

-Antes... antes de que surgiera ese ser del agujero, hice algo de lo que ahora no me siento muy orgulloso- Digo en voz baja, mirando a Egmund Müller.-Cuando apareció Kiefer...el conserje que había desaparecido, le llamé la atención del agujero. Le dije... le dije que observara de cerca este extraño agujero... esperaba que mostrase preocupación ante algún peligro. Pero se acercó como desconocedor de cualquier peligro que pudiese suponer. Creo que Kiefer desconoce el origen del agujero... y el peligro que suponía. De hecho, estuvo a punto de ser agarrado por el ser... casi acompaña en su funesto destino a... - suspiro al recordarlo - al profesor Burke Kahlfuss. -

Miro susceptiblemente a Kiefer, en parte por temor a que desaparezca... en parte por preocupación por su estado. Se vio muy afectado por la aparición del ser.

- Sin embargo, la primera vez que desapareció la figura... ¿lo recuerdan? Fue por una puerta que sólo podía conocer alguien del museo. Vimos las huellas de calzados en el piso de abajo. Nosotros cuatro las vimos. - De forma intencionada no nombro las otras huellas... las huellas palmeadas de las que prefiero no pensar. -Tuvo que ser alguien que conocía bien el museo. Alguien que además no apareció cuando se reunieron todos los conserjes... sólo Kiefer cumple las premisas. -

Inspiro y expiro... como para recuperar fuerzas.

- Lo se... es un argumento muy... muy circunstancial. No tengo pruebas directas.... pero no puedo evitar pensar que él - con un gesto de la cabeza a Kiefer-tiene mucho que ver con parte de lo que ha sucedido aquí... pero desconoce otra gran parte. -