LIGHTHOUSEOFPAIN escribió:Las balas que faltaban las empleó en disparar a algo que se acercó por la calle hasta la habitación, un pájaro...o algo así, algo que le hizo perder los nervios. Después como el pájaro o lo que fuera se estrelló contra el cristal, la sugestión a la que estaba sometido, unido a unas ciertas cantidades de alcohol le llevaron a gastar la tercera bala en si mismo.
Ahora lo que tenemos que averiguar es que creó esa sugestión en Thomas, que supongo que estará íntimamente relacionada con el extraño amuleto que lleva, los viajes a Arkham y demás.
Después de toda la historia de aqui, me gustaría, junto a mis compañeros, usando un punto de crédito, reunirme con mi contacto "Marcus Broad", que es una persona experta en tribus y símbolos tribales, así como de ciencias ocultas, para que si puede ser nos explique el significado del amuleto. Por otro lado, averiguar en que zonas crecen ese tipo de juncos, si es que es relevante.
-Coincido con usted, detective, en lo referente a que disparó a algo en la ventana. Supongo que la mayoría de los cristales están en el callejón. Quizá deberíamos buscar allá abajo... puede que si le diese a un pájaro, aún se encuentre ahí... si los gatos no han llegado antes... de hecho, voy a bajar a echar un vistazo -comienzo a andar hasta la puerta, pero me detengo en el dintel-. Por cierto, aquello me comentasteis sobre la irritación en la boca de Thomas, y ese olor a cloro que ha detectado Patrao me da que van a estar relacionados. Espero que pronto nos digan algo los forenses.
<<Ah, si les parece bien, voy a llamar a casa y a decirles que tengan preparados unos cuantos platos para dentro de media hora. Comamos y luego vayamos a visitar a su amigo Marcus. Será interesante conversar con alguien interesado en la antropología. Les espero en el coche, señores.>>
Bajo hasta recepción y les solicito que me permitan realizar una llamada (les pago si ponen mala cara). Llamo a casa y les advierto de que en 30 minutos o algo así nos pasaremos por allí, para comer, y que vamos a ser tres personas (ya sé que no es mucho tiempo, pero al menos podrán preparar algo mejor que unos simples emparedados). Salgo a la calle y le digo a Romulus que sitúe el coche en la entrada del callejón, y que luego me acompañe a inspeccionar el callejón, justo bajo la ventana de Thomas. No quiero meterme en solitario en un callejón, y así de paso el coche queda al alcance de la vista (en este barrio, no te puedes fiar).