Fecha: Indeterminada ; Hora: Noche
Lugar: Desconocido
Localización: una Incógnita

- Sed...
Tienes una sed terrible. Notas que te despiertas y que estás en la cama. Te duelen los brazos, pero cuando vas a incorporarte notas que no puedes...
- Estás atado...
Miras sorprendido a tu alrededor: estás en una pequeña sala, con una puerta a tu izquierda que dispone de un gran ojo de buey; a tu derecha ves una ventana, pero los cristales están rotos. Miras de nuevo el ojo de buey y ves que el cristal está agrietado.
- [Que raro... ¡Pero más raro es estar atado!]
Maldices tu situación en silencio. ¡Dios! Como te duelen los brazos... ¡Oh! ¡Las piernas también las tienes atadas! ¿Pero que demonios...?
Tienes una sed terrible. La boca está tan pastosa que tienes la sensación que has masticado arena...
Notas que tienes unos pequeños cortes en la mejilla derecha -nada importantes-; quizás te cortaron los cristales de la ventana: notas algunas puntas en el colchón donde estás acostado.
- * ¿Por qué estoy atado? ¿Donde estoy? *
Pero entonces una duda horripilante asoma en tu mente...
* ¿Quien...? ¿quien...? ¿quien soy? *
- Intentas gritar pero no puedes. Tienes la boca demasiado reseca.
Nunca has tenido tanta sed como en este mismo instante.
Ni tanto miedo...