Autor: Robert E. Howard
Editorial Valdemar
Colección: El Club Diógenes
Estos relatos ya han sido publicados (de forma íntegra, esto es, incluyendo también los cuentos del volúmen conocido como La Piedra Negra y otros relatos de horror sobrenatural) en la colección Gótica, de la misma editorial. Lo que yo llamo la edición cara, vamos. Snif, quién tuviera el suficiente dinero...
Nada nos es extraño al leer a Howard. Pese a que presume de otros insignes predecesores, su estilo siempre se me ha parecido al de Edgar Rice Burroguhs, al igual que el corte de sus héroes. Me gusta de él que encuentro lo que estoy buscando (hay pocas sorpresas en sus paisajes y paisanos), descrito de forma espartana pero contundente. En muchas ocasiones, pese a su brusquedad, consigue ser más evocador que Lovecraft, y es evidente que se mueve mejor en los tonos épicos. No me gusta de él que resulta muy ramplón en los momentos en que debería mantenerse más oscuro o esquivo en los clímax o momentos de tensión, y me hastía sobremanera su permanente discurso sobre la supremacía aria, presente en momentos en los que, muchas veces, ni siquiera viene a cuento.
Aquí va el pertinente listado de relatos que aparecen en esta recopilación:
En el Bosque de Villefère.- Una breve sobremesa sobre un caballero que debe cruzar un bosque con un extraño acompañante, bajo la sombra de una leyenda que habla de un licántropo que merodea por esos lares.
La Voz de El-Lil.- Espectacular relato sobre una ciudad escondida, apartada de la moderna civilización, donde el populacho rinde culto a un extraño dios pre-babilónico, al que convocan a través de un gigantesco gong de sonido hipnótico.
Los Dioses de Bal-Sagoth.- Clásica epopeya de aventuras donde dos animosos compañeros forzados naufragan en una isla misteriosa, donde corren ambiguas suertes; tanto un peligro de muerte, como, por contra, convertirse en dioses venidos del mar.
El Hombre Oscuro.- En un viaje con motivo de venganza, uno de los personajes recurrentes de Howard encuentra un aliado en la forma de una extraña estatua que pondrá los vientos de la fortuna de su parte, aunque eso no aliviará completamente al esforzado personaje de distintos peligros.
El Pueblo de la Oscuridad.- Con dos grandes motivaciones se presenta. Es el cuento que incorpora al precedente de Conan (su protagonista es homónimo, directamente), y la acción se centra ni más ni menos que en la cueva de Dagon.
El Hombre del Suelo.- Típica broma macabra, con un "duelo al amanecer" como telón de fondo.
El Valle del Gusano.- Enésimo intento literario por recrear el mito de Beowulf. Howard no podía ser menos, y también puso este granito de arena.
Los Muertos Recuerdan.- Asfixiante venganza desde el más allá. El tema es manido, pero los personajes, por lo realista, están muy bien llevados. Sorprende también el recurso literario (entre lo epistolar y las declaraciones), no propio del autor.
No me cavéis una Tumba.- El cuento de ambiente más lovecraftiano, donde dos asustados conciudadanos deben ofrecer los ritos obituarios de un extraño cadáver según las estrictas instrucciones del mismo en vida.
Las Palomas del Infierno.- No sé dónde he leído que era el cuento favorito de Stephen King, esta extraña pero intensa experiencia que se adentra en los entresijos de la magia vudú.
