Sectarios: Foro de la Llamada de Cthulhu

Ayer jugamos dos partidas, en la primera Glaaki nos peto el cacas y en la segunda se lo fundimos nosotros a cthulhu
El caso es que surgió una duda y creo que lo hicimos mal. Veréis, se dio el caso de que se produjo una oleada de monstruos y por lo tanto subió el nivel de terror al superar el número de monstruos de las afueras. Entonces al tener que añadir uno de los sirvientes de Glaaki al tablero no había hueco así que fue a las afueras. La pregunta es si su habilidad especial se debe usar o no.
Según las reglas cuando el sirviente de Glaaki entra en juego sucede algo, normalmente se pierden dos pistas, o una habilidad, o uno de cordura o uno de resistencia aunque lo pongo de cabeza. La cuestión es si al irse a las afueras ha entrado en juego si o no.
Yo dije que si y nos jodimos todos, aunque ya estábamos muy jodidos por aquel entonces y sabíamos que íbamos a perder, pero no estoy seguro de si eso era lo correcto o no.

Los monstruos especiales, esos marcados con un punto rojo, como los sirvientes de Glaaki, no cuentan para el límite de monstruos. Cada vez que tengas que hacer un recuento para ver si se excede el límite del permitido en Arkham, esas criaturas no cuentan para eso. Son como monstruos independientes, especiales ya que sirven al Primigenio concreto en cuestión, o sea que nunca van a las Afueras aunque por su culpa se exceda el límite de monstruos. Espero haber resuelto tu duda

Spike Marsh escribió:Los monstruos especiales, esos marcados con un punto rojo, como los sirvientes de Glaaki, no cuentan para el límite de monstruos.

Creo que del par de veces que yo me he enfrentado a Glaaki, nunca hemos conseguido hacer nada de bueno . Sus sirvientes son bastante poderosillos, y sus habilidades especiales por desgracia un gran estorbo.

Spike Marsh escribió:Los monstruos especiales, esos marcados con un punto rojo, como los sirvientes de Glaaki, no cuentan para el límite de monstruos.

Vale, entonces lo hicimos mal. De todas formas los sirvientes de glaaki son muy puñeteros porque cuando entran en juego putean mogollón.