Se rindieron colegas tras colegas, abandonando la mesa en cuenta gotas a medida que llegaba el amanecer. Nunca había estado tanto rato luchando contra un primigenio, nunca había estado tan cerca de ganar una partida así, a golpe de portal sellado, nunca me había agotado tanto una partida de Arkham. Me sobraron tranquilamente dos horas!

Pero en fin. Al menos probamos la expansión del Faraón. Sobrevivimos a las tempestades de arena, las plagas de langostas, las crecidas del río y los sacrificio rituales aparecidos en el recinto de la exposición.
Es una expansión high level, mucho más dura, donde puedes encontrarte cara a cara con el mismísimo Shub-Niggurath entre otros.
