En el
Edge Magazine Primavera 2012, subtitulado interesantemente como:
2012, EL AÑO DE CTHULHU - EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA
anuncian este nuevo suplemento para el Rastro:
Edge escribió:CAZADORES DE LIBROS DE LONDRES
Este cuestionable tomo te ofrece una clase distinta de experiencia de los Mitos. No trata acerca de remotos pueblos endogámicos, ni de altares en los pantanos, ni de ruinas prehumanas perdidas, sino de una ciudad de cines, farolas eléctricas, poder mundial y última moda. Trata sobre los horrores, los cánceres, que acechan en Londres, en el mismísimo corazón latente de la civilización humana. Por supuesto, Londres alberga sus propias poblaciones decadentes y endogámicas, como las prostitutas del East End y los aristócratas del West End. Un altar templario bien podría esconderse, prácticamente olvidado, en las deprimentes Hackney Marshes, pero hay altares dedicados a falsos dioses que se yerguen sobre los metafóricos pantanos de Fleet Street y Whitehall. Y en cuanto a las ruinas prehumanas perdidas… ¿quién podría decir lo que yace bajo Londres, si uno escarba lo bastante hondo?
Esta vez, tus personajes no serán dedicados agentes federales ni académicos eruditos que sirven a su país o que sellan fronteras prohibidas. Aprovecharán la mejor ocasión y venderán mapas, quizá incluso guías turísticas, de esas fronteras prohibidas. Son Cazadores de Libros en busca de oportunidades entre vitelas mohosas y tapas de cuero, que hacen cuadrar sus cuentas encontrando primeras ediciones para sectarios satánicos y aspirantes a hechiceros. Puede que no sepan del todo en qué están metidos, o puede que lo sepan bastante mejor que su clientela. Los traficantes de blasfemia y locura no son gente agradable, y su único consuelo es que sus clientes son peores todavía.
En una campaña de Cazadores de Libros de Londres, los Investigadores no indagan de forma profesional en el horror y los sucesos extraños. En vez de eso, inspeccionan libros sobre horror y sucesos extraños y ellos mismos son, de manera aparentemente inevitable, arrastrados al horror. Si pudieran limitarse a vender un ejemplar inmaculado de la edición de Bridewell de 1845 de Nameless Cults (Cultos innombrables), embolsarse su 40 por ciento (o 400 por ciento) y dedicarse a otra cosa, lo harían. Pero nunca es tan sencillo. No para ellos. No para los Cazadores de Libros. No en Londres. No ahora.
La Depresión mundial ha llevado a un número sin precedentes de coleccionistas, tanto individuos como instituciones, a vender sus pertenencias por cualquier precio que puedan obtener. La crisis mundial también ha llevado a un número sin precedentes de aristócratas con demasiados conocimientos y moralidad ruinosa y de resentidos aspirantes a Grandes Bestias a experimentar con magia negra… lo que incluye los Mitos de Cthulhu. En medio de ambos grupos, vendedores y compradores, un mercado especializado en tomos blasfemos ha florecido, y no hace preguntas.
Tú atiendes a las necesidades de ese mercado, encontrando libros en ventas de propiedades o en iglesias abandonadas a lo largo de los condados de los alrededores de Londres, yendo tras la pista de rumores y jugándosela a tus competidores. Te has visto obligado a aprender las diferencias entre las ediciones de Wormius de 1452 y 1472, y por qué ninguna de las dos debería abrirse en Ludgate ni en ningún otro lugar durante una noche de luna llena. A veces retocas un Von Junzt imperfecto, y a veces podrías liberar una primera edición de Prinn de un dueño insuficientemente cuidadoso.
Hay un mundo antiguo y cruel ahí fuera, y tal vez lo más duro es que tengas que protegerlo de tus propios clientes una y otra vez.

Riley