-Romulus, aparque aquí, en la acera contraria al hospital, y espérenos hasta que salgamos. Si ve que se hace la hora de comer, y le entra hambre, mire... allá hay un puesto de perritos calientes. cómprese algunos, tenga unos dólares.
Girándome hacia Carte, le menciono:
-Le he visto bastante callado durante el viaje. ¿Me equivoco o la muerte de este hombre le ha afectado? ¿Acaso se conocían? ¿Qué puede contarnos del difunto, señor Carte? -pregunto mientras aparca Romulus.
(nota: he supuesto que la morgue está en un hospital, pero si no es así, hemos aparcado en otro sitio (el correcto, claro ).