Planta primera, pasadizos
Localización desconocida
Sales de la extraña habitación donde te has despertado retenido y maniatado, sintiendo prácticamente una sensación de liberación que te pone la piel de gallina. La puerta apenas se ha escuchado ruido de las bisagras por lo que, de momento, caminas tranquilo.
Miras al primer ojo de buey que tienes a mano derecha y ves una sala vacía pero que está completamente acolchada y forrada. El única apertura visible es por donde estás mirando por lo que, con la ausencia de luz en su interior, poco puedes observar. A continuación miras a tu izquierda: hay una sala idéntica a la tuya -donde te despertaste- pero está vacía, sin nadie atado a la cama. Te aproximas a la siguiente apertura circular y ves lo mismo que antes, una estancia forrada con un material blando, seguramente para que nadie se lastime al golpearse.
Finalmente te diriges hacia la puerta que hay al final del pasadizo. Llevas la mano al pomo y al girar compruebas que... ¡se abre! Sientes una alegría pero desgraciadamente te va a durar poco...
La puerta abre hacia un gran espacio, pero no puedes acceder a él porqué hay jaula de barrotes que te lo impide. Está colocada a propósito y tiene una puerta en la propia verja que está cerrada. El lugar se divide en dos zonas: La primera son unas escaleras, que conectan con los pisos superiores e inferiores. La otra es una habitación donde hay algunos muebles y sillas. Parece la sala de un conserje o vigilante. Al parecer la persona que aquí se hallaba se encargaba de vigilar quien salía por la puerta de donde estás, y permitirle o no la salida.
Miras la cerradura y, sabiendo que es en vano, intentas abrirla con la hebilla que antes te ayudó a salir de donde te despertaste. Pero esta vez no hay suerte; esta cerradura es bastante más complicada y no podrás abrirla si no consigues las llaves...
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