"Obsesionado por cazar una misteriosa ballena blanca"... y se dedica a lanzarle cuchillos de carnicero a la fotografía. Creo que más gráfico no podría ser.
Y luego es cuando toca imaginarse a Cthulhu dándole de comer a su mascota ("te he dicho que los cráneos humanos no los digieres bien"), paseándola antes de irse a dormir (una vez cada uno o dos millones de años)

. Al final resultará que Cthulhu, hasta tiene su corazoncito