Esta es una idea que leí en alguna web yankee. Está basado en el estudio del perro de Paulov (Condicionamiento Clásico). Se le hacía sonar una campanilla antes de darle de comer, y al final terminaba insalivando nada más sonar la campanilla.
Consiste en disponer primero de una sala grande donde poder moverse. El Guardián debe de poder moverse por toda la estancia, y deberá moverse alrededor de la mesa durante toda la partida... siempre en el mismo sentido. Así lo verán normal, cuando llegue un momento de tensión, conflicto, en el que sea necesario "asustar" a los jugadores, seguirá narrando pero girará en torno a la mesa en sentido contrario.
Con el tiempo, cada vez que cambies de sentido de giro, los jugadores se darán cuenta de que algo va a suceder. De vez en cuando puedes provocar falsos giros para mantenerles despiertos, pero sin abusar.
Todavía no lo he podido probar pero espero que en una sesión larga y en un lugar amplio. Es que poder girar alrededor de la mesa trae tela, no vale cualquier salón!!
Espero que les sirva de algo. Creo que daría mucho juego, pero si se abusa podría ser contraproducente, y por supuesto debe ser totalmente casual, no causal. Quiero decir, los jugadores pueden darse cuenta, pero subconscientemente, si se dan cuenta y lo comentan, puede perderse el ambiente generado.