Nyarlathotep (relato)

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Revisión de 19:34 15 ene 2017

Detalle
Título: Nyarlathotep
Título original: Nyarlathotep
Autor: Howard Phillips Lovecraft
Fecha creación:
Fecha publicación Ciclo de Nyarlathotep
Primera publicación The united amateur, Noviembre 1920
Colaboradores: No

Tabla de contenidos

Primer párrafo

Nyarlathotep... el caos reprant... soy el último... hablaré para los oídos del vacío.

Resumen (contiene spoilers)

Después de meses de agitación política y social se extiende en la humanidad un sentimiento de peligro. En ese ambiente surge Nyarlathotep, un hombre de Egipto que afirma ser de la estirpe de los antiguos faraones. Tras comprar extraños instrumentos de cristal y metal empieza a recorrer las ciudades realizando exhibiciones de ciencia. Los espectadores se quedan sin habla, y las madrugadas eran repletas de los gritos de aquellos que habían visto sus exhibiciones.

En otoño Nyarlathotep llega a la ciudad del narrador. Al finalizar la exhibición, el narrador al igual que los oyentes, se sienten presos del terror. Después de la exhibición comienza a caminar, hasta llegar aun cementerio, donde cree escuchar el latir de tambores y flautas blasfemas procedentes de más allá del tiempo.

Inspiración

Detalles

Prefacio del relato por Robert M. Price

ese poema en prosa, es una transcripción de un sueño en su mayoría, marca la primera aparición de Nyarlathotep, el que quizá sea el más importne de los Primigenios de Lovecraft, ñuesto que su papel de mensajero de los tenebrosos dioses ciegos sin voz le permite aparecer en numerosos contextos y formas. Señala el lugar donde es más fino el velo que separa la percepción humana y el carácter Divino de los Primigenios. Aquí, durante un instante terrible, el Mysterium Tremendum que ningún hombre ha de pronunciar se torna inteligible.

No es ninguna casualidad que Lovecraft haga del heraldo de la destrucción de la humanidad una figura de ciencia, casi como un portavoz que se sonríe al demostrar los increíbles avances que nos depararán un futuro nuevo y radiante en el mundo del mañana. Encontramos aquí la supernova de luz cegadora y abrasadora del conocimiento que habrá de enviarnos, entre gritos, de regreso a la acogedora oscuridad de un nuevo medievalismo.

Will Murray ("Tras la máscara de Nyarlathotep, Lovecraft Studies nº 25, otoño 1991) ha aventurado la hipótesis de que la imagen onírica que tenía Lovecraft de Nyarlathotep estaba influenciada por los informes de las demostraciones públicas de Nikola Tesla, cuyos inventos ya eran asombrosos por sí solos, pero cuyas escandalosas afirmaciones los superaban En su época les parecía a algunos una figura dudosa, incluso siniestra, con esos trucos y prodigios eléctricos, jocosamente revelados con los juegos de manos de un moderno Simon Magus en los escenarios públicos de todo el país. Llegó a alardear de poseer un aparato que era capaz de partir en dos el planeta.

¿Qué hace de las demostraciones sustentadas en Nyarlathotep, Tesla y Ehrehaf algo más que espectáculos de feria? ¿Algo más que mera magia escénica? Son la prueba tangible, o esa parece de que el paradigma científico imperante no es la única forma de construir la realidad. Estos inventores artistas, a cuyo gremio pertenece también el doctor Francis Haxhausen de Thomas Ligotti ("Noche loca de expiración"), han conseguido no solo concebir todo un conjunto de leyes, relaciones y fuerzas de la naturaleza diferentes, sino encontrar además la manera de atraparlas, de asirlas, de tornarlas visibles por un momentos, cuando el doctor [[Armitage rocía al monstro de Whateley con el pegajoso Polvo de Ibn-Ghazi. La gran capacidad de convicción de la teoría científica es su "adecuación empírica"; ofrece resultados reproducibles y, por consiguiente, parece demostrar que su mapa teórico de la realidad se corresponde fielmente con la forma de ser de las cosas. Se puede ingeniar un esquema consistente para enviar un cohete a la luna y ¿pasen y ven, funciona! ¿Y si pudieras ingeniar la manera de demostrar otras teorías opuestas? Quizá la ciencia convencional quiera etiquetarlas de "falsos prodigios", pero así es como avanza la ciencia, con nuevos paradigma que terminan por reemplazar a los viejos, explicando y prediciendo lo que explicaban y precedían los antiguos, más algunas cosas que omitían.



Conexiones con otros relatos de Lovecraft

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