El Durmiente del Abismo

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Tipo: Expansión de lujo
Formato: LCG
Fecha aparición:
EEUU:
Nombre ingles:
España: 2014
Numeración: -
Número cartas 165 (55x3)

Tabla de contenidos

Relato

Susurros desde las profundiades

Fiona Day se levantó con un suspiro de alivio y se desperezó hasta que le crujió la espalda. Había estado encorvada sobre la máquina Babbage-Ling durante horas que se prolongaron hasta convertirse en días. Pero el condenado trasto estaba arreglado por fin.

Bueno... al menos, eso esperaba. Porque de no ser así, capaz era de tirar aquella gigantesca monstruosidad de metal al suelo de mármol de una patada y salir a tomarse una copa. Estaba rendida de agotamiento. "Bobalink" era el apodo no tan afectuoso de la máquina computadora que había inventado en colaboración con el profesor Webb. La Bobalink podía leer surcos diminutos tallados en pequeños cilindros de latón y convertirlos en sonido, datos visibles y cálculos precisos que excedían con creces las capacidades de los más brillantes matemáticos de la Universidad de Miskatonic. Era además un cacharo infernal y caprichoso que sufría con asiduidad tremendas rabietas mecánicas que desconcertaban a Fiona y arruinaban semanas de trabajo del profesor. Aunque últimamente al profesor parecía no importarle. De hecho, Fiona llevaba al menos dos semanas sin verlo, pese a que había regresado de na reciente expedición de investigación cargado con grabaciones de la actividad sísmica en las zonas abisales. En otras circunstancias habría estado con ella trabajando, enfrascado en las copias impresas de sus lecturas mientras Fiona trasteaba con la Babalink. Pero el profesor había vuelto extrañamente pálido y silencioso, y según su esposa no se encontraba bien desde entonces.

Y no era el único: la salud de Fiona también se había resentido. Apenas podía dormir, y cuando lo lograba tenía sueños muy raros de los que despertaba asustada y empapada en sudor. Soñaba con el océano. Soñaba con extrañas criaturas. Los detalles siempre estaban borrosos. Se entregó al trabajo mejorando la máquina, actualizando su equipo de sonido para procesar el nuevo material recabado por el profesor.

Posiblemente la estaba mejorando demasiado. Aquel condenado chisme habría funcionado correctamente desde el miércoles, cuando según uno de los becarios, el profesor había intentado reproducir uno de sus cilindros y algo reventó dentro de la Bobalink.

No pudieron contarle mucho más, el profesor estaba ilocalizable y ni siquiera su mujer parecía saber dónde estaba. Así que Fiona se arremangó y se puso manos a la obra, realizando todas las pruebas que se le ocurrieron. Ajustó la configuración y sustituyó todas las piezas delicadas. Nada dio resultado. Pese a todos sus esfuerzos, lo único que obtuvo fue un montón enorme de cilindros de prueba inexplicablemente fundidos y una jaqueca terrible.

Pero hacía escaso minutos por fin había conseguido que aquel dichoso artilugio cooperase. Estaba reproduciendo una grabación del canto de una ballena, y las lecturas (conversiones de los sonidos en algoritmos complejos) parecían perfectas.

había llegado le momento de probar uno de los cilindros del profesor. Sospechaba que los habría grabado incorrectamente, malgastando la financiación de la Universidad y el tiempo invertido por los miembros de la expedición del Intrépido. Menudo cretino. Brillante, sin duda, pero no por ello menos estúpido.

Fiona escogió un cilindro al azar. Tenía marcada la profundidad de la resonancia y las coordenadas geográficas; la grabación procedía de algún lugar situado frente a la costa de la Antártida, a una profundidad asombrosa.

Lo cargó en la Bobalink, accionó el interruptor y el mundo entero se desmoronó.


Una sacudida recorrió las paredes y el suelo, derribando diagramas y libros. La ventana del otro extremo de la habitación estalló hacia el exterior mientras la Bobalink emitía un sonido de frecuencia tan intensa, tan ensordecedora y tan imposiblemente aguda que los altavoces de la máquina deberían haber sido del todo incapaces de producirlo

No me extraña que la máquina se averiase, pensó Fiona mientras se encogía en el suelo jadeando y boqueando con las manos apretadas contra los oídos. Se estaba viniendo abajo. Su cerebro se desintegraba bajo la acometida del chirriante tono. Ya no aguantaba más. Iba a morir. Iba a volverse loca. Iba a...

El sonido cesó.

Durante los primeros instantes, Fiona asumió que se había quedado sorda para siempre. Sus tímpanos no podían haber resistido una violencia sónica tan apabullante. Pero mientras relajaba lentamente su posición fetal y se apartaba las manos de los oídos (sus uñas le habían dejado marcas sanguinolentas con forma de media luna en el cuero cabelludo), comprendió que, por imposible que pareciese, aún podía oír.

Se quedó tumbada sobre el frío suelo de mármol durante varios minutos, aturdida, escuchando el tenue zumbido del mecanismo de la máquina, el gorjeo de los pájaros en el árbol que se veía desde la ventana rota y su propia respiración sofocada.

Hasta que por fi oyó la voz susurrante que provenía de la Bobalink.

Lenta y dolorosamente, luchó por volver a ponerse en pie y avanzó hacia la máquina. Era un susuro tenue, pero perfectamente nítido nada parecido al chirrido habitual de las grabaciones submarinas. La voz repetía las miamas palabras una y otra vez, y mientras Fiona escuchaba se sorprendió a sí misma articulando las palabras al unísono con el susurro

-Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn...

La suave voz que salía de la Bobalink no era humana, y las palabras que pronunciaba no pertenecían a ningún idioma que pudiera escribirse con un alfabeto humano. A pesar de ello, Fiona no tuvo ningún problema para enunciarlas. La cadencia de aquel mantra invadió su cuerpo llenándola desde dentro con un extraño fulgor interior que vació su mente y la disuadió de huir. Las palabras, incomprensible y totalmente alienígenas, envolvieron su alma con firmes tentáculos y le revelaron una oscuridad y un misterio más allá de todo entendimiento. Los detalles insignificantes de su vida (las frustraciones nimias, los pequeños momentos de felicidad y el júbilo inane de la vulgar humanidad) se desvanecieron en el innmenso, aullante y hambriento vacío que acechaba bajo el leve susurro de las profundidades oceánicas.

No advirtió que la puerta del fondo de la sala se abrió y entraron tres guardias de seguridad, alertados por el estruendo del cristal de la ventana al romperse; parecían ignorar el tremendo sonido que había causado el estallido, y desde luego no podía oír los susurros que, a oídos de Fiona, llenaban todo el universo. La científica tampoco notó cuando le alumbraron el rostro con los haces de sus linternas, ni cuando empuñaron sus armas y le ordenaron que se apartase de la máquina.

No reparó en su presencia hasta que se acercaron para agarrarla e hicieron amago de apagar la Bobalink.

Evidentemente mató primero al que tenía la mano en el interruptor de encendido. Luego acabó con el que se había atrevido a tocarla, a interrumpir su concentración en la voz susurrante. Por último, eliminó al tercero simplemente por estar allí. Sus muertes eran una humilde ofrende para el poder al que ahora servía.

Mientars la sangre encharcaba el suelo, anegando sus herramientas, y filtrándose por las sulas de sus zapatos, Fiona pasó por encima de los cadáveres y se aproximó a la Bobaliink. Se arrodilló ante ella, pegando la mejilla a la pantalla, acariciando los tubos y filamentos que llevaba la voz hasta ella.

La voz. Aún le susurraba, y ella la seguía imitando

Cthulhu fhtagn

La persona que había sido Fiona Day sonrió.

Reglas nuevas

Letargo es una palabra clave nueva que se añade a la La llamada de Cthulhu: El juego de Cartas en la expansión El Durmiente del Abismo. Predestinado X es una palabra clave que se introdujo en la expansión La Llave y la Puerta, y se incluye aquí a modo de referencia. Esta sección explica el funcionamiento de ambas palabras clave, y debe considerarse una adenda al reglamente del Juego Básico de La llamada llamada de Cthulhu: El juego de cartas

  • Letargo

Durante tu fase de operaciones, puedes realizar una acción de jugador normal y pagar X para vinclar boca abajo una carta que tenga la palabra clave Letargo a una historia (se dice que la carta vinculada está en Letargo), siendo X el número de contadores de éxito que tengas en esa historia, y con un límite de 1 por historia y por turno. Cuando se gane esa historia, puedes jugar la carta vinculada en Letargo reduciendo su coste a 0. Las cartas en Letargo se consideran en juego, pero no cuentan como carta de apoyo Vinculadas.

  • Predestinado X

Cuando una carta con la palabra clave Predestinado X tiene X o más contadores de éxito sobre ella, dicha carta se coloca en la parte inferior del mazo de su propietario.



Baja resolución

Cthulhu
F1 Initiate of Dagon F2 Watcher of Signs F3 •Gustaf Johansen
F1 Iniciada de Dagón F2 Buscadora de Señales F3 •Gustaf Johansen
F4 Mariner F5 Black Winged One F6 Obsessive Zealot
F4 Marinero F5 Ser de Alas Negras F6 Fanático Obsesivo
F7 •Ian Hardaway F8 Akhlut F9 •Asuilaak
F7 •Ian Hardaway F8 Akhlut F9 •Asuilaak
F10 Bone Sculptor F11 Dwellers Below F12 Functional Psychopath
F10 Tallador de Huesos F11 Moradores de las Profundidades F12 Psicópata Integrado
F13 •Henry Anthony Wilcox F14 Ruinous Star Spawn F15 Fiona Day
F13 •Henry Anthony Wilcox F14 Semilla Estelar Destructiva F15 •Fiona Day
F16 Hunting Wendigo F17 Followers of R'lyeh F18 •Kassogtha
F16 Wendigo Cazador F17 •Discípulos de R'lyeh F18 •Kassogtha
F19 •Cthulhu F20 Horrific Statuette F21 Tidal Pool
F19 •Cthulhu F20 Estatuilla HorribleF21 Poza Marina
F22 Twisted Acropolis F23 •Seven Cryptical Books of Hsaan F24 Summon the Sleeper
F22 Acrópolis Monstruosa F23 •Los Siete Libros Crípticos de Hsan F24 Convocar al Durmiente
F25 •Unaussprelichen Kulten F26 7 Thomas Street F27 •Irem
F25 •Unaussprelichen Kulten F26 •El 7 de la Calle Thomas F27 •Irem
F28 Aurora Borealis F29 Black Seas of Infinity F30 Cthulhu Fhtagn!
F28 Aurora Boreal F29 Negros Mares de Infinitud F30 Cthulhu Fhtagn!
F31 Foul Induction F32 Polar Vortex F33 The Stars are Right
F31 Iniciación Macabra F32 Vórtice Polar F33 Las Estrellas Son Propicias
F34 From the Depths F35 Raising of the Great Old Ones
F34 Desde el Abismo F35 El Resurgir de los Primigenios
Neutral
F36 •Kelly McIlhenney F37 Even Death May Die F38 Ancestral Fear
F36 •Kelly McIlhenney F37 Aún la Muerte Puede Morir F38 Miedo Ancestral
La Agencia
F39 •Inspector John Legrasse F40 •The Peel Association
F39 •Inspector John Legrasse F40 •La Asociación Peel
Hastur
F41 •Ardois-Bonnot F42 •Sons of Carcosa
F41 •Ardois-Bonnot F42 •Hijos de Carcosa
Universidad de Miskatonic
F43 •Professor William Webb F44 •US Archaeological Society
F43 •Profesor William Webb F44 •Sociedad Arqueológica Americana
Shub-Niggurath
F45 Budding Dark Young F46 •The Shepherds
F45 Cría de Retoño Oscuro F46 •Las Criadoras
Logia del Crepúsculo de Plata
F47 Theosophist F48 •Professor George Angell F49 •H.O.S.T
F47 Teósofo F48 •Profesor George Angell F49 •OHCP
F50 The Tablets of Nhing F51 •Calling The Darkness
F50 Las Tablillas de Nhing F51 Llamar a las Tíniebla
El sindicato
F52 •St. Claire F53 •Hip Sing Tong
F52 •St. Claire F53 •Tong de Hip Sing
Yog-Sothoth
F54 •Nephren-Ka F55 Guardians of the Gate
F54 •Nephren-Ka F55 Guardianes de la Puerta

Enlaces relacionados

Foro dedicado a la expansión El Imperio del Hampa

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