Una vez pasada la resaca, que ha sido larga pero balsámica:
¡ALLÍ ESTUVIMOS!- Hubo juegos de mesa (partida memorable al Titán; reñido torneo de Piragüas; Dominion adaptado a Star Wars, etcétera), aunque el Arkham Horror quedó inédito (eso va por tí, WiNG, te toca reconducirnos por el buen camino este otoño) por el temor que provocaba la duración que podría suponer una partida del mismo.
- Hubo una partida de CoC LCG entre Sectario y un servidor, ante la atenta mirada de unos incisivos aspirantes a jugadores. No diré el ganador por dos motivos: primero por modestia, y segundo porque sectario tardó poco en cobrarse venganza

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- Hubo piscina llena de agua, que tuvo como beneficiarios al chiquillerío en general y a las damas.
- Hubo Rol conversacional de Cthulhu, del que tienen que opinar si acaso los implicados, ya que yo, como Master, le tengo amor de padre a esa partida.
- Hubo Rol de mesa en forma de Ragnarok, a la batuta de Dexter, trepidante por las caras de l@s jugador@s las veces que pudimos cruzarnos en el camino.
- Hubo ron cremat con el que se brindó por los tres cumpleañeros que coincidieron.
Las 27 personas que nos reunimos lo pasamos de miedo, aunque yo tengo mis críticas personales, ya que por lo visto los administradores de la casa no se lo estaban pasando tan bien. Sé lo duro que es trabajar por mis propias carnes, pero esas caras largas del domingo por parte de los administradores de Pere Tarrés, y el desalojo casi policial que sufrimos a las 11 de la mañana nos conduce a la conclusión de que para la próxima, buscaremos otro ambientillo un poco menos estresante.
¿Dónde está el norte en el universo sin fin? ¿Allí donde mi alma me arrastra sin vacilación? Sí, pero siempre con 3 cervezas en el estómago.