El susurrador en la oscuridad, H.P.Lovecraft
Cada facción se enfrenta a los mismos dilemas con diferentes mecánicas. Hemos comenzado a deslumbrar como se enfrenta La Orden del Crepúsculo de Plata a uno de estos dilemas que presenta el juego: la eliminación de personajes. Su mecánica no es tan sutil como Hastur, que provoca la locura, o tan directa como la Agencia o Cthulhu que provocan la muerte y la destrucción. Pero es igualmente efectiva. High Wizard of the Order (La Orden del Crepúsculo de Plata, F-24) puede ser tomado como representante de su mecánica para enfrentarse a este dilema, hace que desaparezcan del juego, fuerza a los personajes del oponente a regresar a su mano.

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Hace poco descubrimos a Bloodthirsty Star Spawn (La invitación del Crepúsculo, F-4) que utilizaba la fase de historia para profundizar en una de las características de la facción de Cthulhu, provocar la destrucción. Ahora veremos una nueva arma de La Orden que también entra en funcionamiento durante la fase de historia, La Lanza de Plata (La Ordalia, F-35)


Quizás destruir pueda ser más atractivo que volver a la mano un personaje del oponente. Pero La Lanza de Plata tiene unas características que la hacen interesante. Permite tener como objetivo a un personaje aunque no esté asignada a la historia. De manera que si el oponente decide no defender para evitar sufrir bajas durante las luchas de historia, acabará viendo como uno de sus personajes regresa a la mano. Y otra característica provechosa, el objetivo de su habilidad no se restringe a los personajes del oponente. Tus propios personajes pueden regresar a tu mano, para volver a ser jugados. Personajes con Resistencia y que estén heridos, locos que no se puedan sanar, o personajes con esa Respuesta Forzada que necesitas activar una vez más. Mientras tengan un coste igual o inferior a tres, pueden volver a ser jugados. Las combinación son numerosas, aunque podemos tomar como muestra a Lodge House Keeper (La Orden del Crepúsculo de Plata F-34). Permitiendo hacer desaparecer del control del oponente una carta de apoyo.

La Orden puede no dudar en sacrificar a sus miembros en su búsqueda de poder, pero tampoco titubea cuando un miembro útil puede ser utilizado repetidamente. Sólo tras la prueba ritual, La Ordalía, podrán saber sus participantes en que grupo han sido incluidos.