Saludos.

[Chisco]

Hola a todos/as. Llego aquí de la mano de Sectario, que me recomendó el sitio en los foros Edge. Dado que recupero el roleo tras años centrado en los juegos de mesa, nada mejor que este tipo de ambientación, de modo que confío en poder beneficiarme de vuestra dilatada experiencia en Lovecraft, los Mitos y los juegos relacionados con el autor y su obra.

Un saludo.

[sectario]

Bienvenido a este grupito

Dado que recupero el roleo tras años centrado en los juegos de mesa, nada mejor que este tipo de ambientación, .

Las buenas costumbres, como una tarde de rol, nunca se han de perder. Aunque por desgracia en ocasiones cuesta más de lo que nos gustaría poder quedar un día con un grupito de amigos

[Chisco]

El grupo rolero se dispersó por cuestiones laborales y el grupo siguiente no era dado al rol, así que tocó una época centrada exclusivamente en los juegos de mesa. Finalmente intenté retomarlo en grupo y vía online. El primer caso no fue exitoso porque nos dio por probar algo nuevo: Warhammer JdR. Aún me duele solo con recordarlo. Lo segundo fue mejor y ando jugando rol a través de FG pero es D&D 4E. Así que opté por dar el paso al frente con la idea de retomar el hábito perdido. La elección ha sido El Rastro de Cthulhu. El manual y Libro del Guardián me llegan en un par de días, así que cuento las horas casi.

[Dexter Willoughby]

Pase, pase Mr. Chisco, Bienvenido, no se quede en la puerta.
Así que és colega de Mr. Sectario, no es así?
Bien. Tendremos especial miramiento con usted, pero permítame el abrigo, y el sombrero, no se preocupe, después se lo devolveremos.
Por aquí...

Dexter indica con la mano el camino a seguir.
Al paso del recién llegado Dexter cierra la pesada puerta de entrada y camina tras Mr. Chisco por el amplio corredor recubierto de mullida alfombra roja, como una enorme lengua, que aparece ante ellos. Al llegar a la primera puerta, Dexter la abre y arroja rápidamente a su interior el abrigo y el sombrero del recién llegado, callendo éstos de cualquier manera sobre la enorme pila de sombreros y abrigos de otros tantos visitantes de la Logia que jamás volvieron a salir de entre sus gruesas paredes.

- Es el guardarropía, no se preocupe - indica Dexter tomando un candil de aceite de una mesita auxiliar cercana, cuando ve que Mr. Chisco se vuelve de forma desconfiada hacia él al detectar la rápida apertura y cierre de la puerta por donde ha desaparecido la ropa - Como le digo, le será devuelto todo después. Por aquí - vuelve a señalar el camino y continuan adelante.

Verá Mr Chisco, posíblemente Mr. Sectario le habrá puesto en antecedentes, pero en el hipotético caso de que no hubiera sido así, permítame informarle de lo que deberá hacer a continuación para pasar a formar parte de nuestra comunidad, por aquí... - Indica Dexter el desvío a la derecha en un cruce de pasillo. El camino de la izquierda está completamente a oscuras. La lengua roja se interna en esa oscuridad y se adivina una leve, muy leve, corriente de aire que arrastra consigo un tufillo desagradable - No se desvíe Mr. Chisco, si no conoce el camino podría ir a parar a alguna sala... equivocada, sigame.

Dexter continua caminando sosteniendo el candil de aceite en alto. La pobre y anaranjada luz rodea a ambos en una esfera que rompe a su paso la oscuridad del corredor por donde vienen caminando torciendo a derecha e izquierda tantas veces, que resulta imposible memorizar la combinación en el caso de que se quisiera salir de allí sin guía. Alrededor de los caminantes, dos hileras de vetustos cuadros de pesados marcos y sobrios rostros, parecen observarles ahora disimuladamente, ahora de forma directa y furiosa. Un aullido grave y gorgoteante resuena a través del corredor, haciendo que hasta la misma llama del candil baile temerosa con su eco.

- No debe preocuparse, es el gato- indica Dexter al observar el rostro del recién llegado - Ah! hemos llegado, por aquí.

Ante ambos personajes, aparece una puerta de hierro con mirilla y pesados refuerzos. Dexter toma el tirador y con fuerza, abre la puerta que chirría mientras se abre de par en par, como una enorme boca en un bostezo desdentado. A continuación enciende un segundo candil con el primero y se lo entrega a Mr. Chisco.

- Ahora Mr. Chisco deberá bajar por la escalera de caracol que hay tras esta puerta. Descenderá varios niveles hasta llegar abajo del todo. Allí le aguardará alguien que le indicará lo que hacer a continuación. Permítame darle un par de pinceladas sobre lo que deberá hacer. Tenemos una mascota en el sotano, un hermoso ejemplar de Perro al que usted deberá alimentar. Nada mas sencillo. Abajo le darán mas datos al respecto, siendo amigo de Mr. Sectario, le puedo dar un par de consejos. En primer lugar, no mire al perro a los ojos ¡no lo haga! y en segundo lugar, si el perro le mordiera, cosa que jamás ha sucedido, ni tire del brazo tratando de recuperarlo ni grite ¡no lo olvide! si pierde el brazo no grite, deje que el perro termine, y luego marchese sin correr.

Por último, permítame informarle que tenga cuidado con el penúltimo escalón de la escalera de caracol. Baila un poco y sin va sin cuidado podría caerse, lo cual sería una lástima.
Por aquí...

Dexter señala con la mano izquierda el paso a través del portón de hierro mientras sostiene en alto el candil. El recién llegado, lo cruza y desciende por la retorcida escalera y cuando la luz de su candil desaparece, Dexter vuelve a cerrar la puerta de hierro con un sonoro chasquido.
A continuación gira el siguiente recodo del pasillo y toma el auricular de un teléfono que allí cuelga como un murciélago. Da un par de vueltas a la maneta de llamada y al instante, alguien contesta.

- Sótano - contesta la voz de Naglfar Volfe al otro lado.
- Baja uno. Dice que es amigo de Mr. Sectario.
- Bien.