
Kiefer Weissbrod
Conserje del Neues Museum
Heinrich Zweig escribió:- Lo dicho, un gran conocedor del museo. Creo que si yo intentara bajar a los sótanos solo acabaría irremediablemente perdido. Supongo que el Director le confiaría un puesto durante la exposición al igual que a todos los miembros del museo. ¿Qué fue lo que le encomendó exactamente? -
- M... me encomendó... - la peculiar tartamudez del hombre empezaba a hacerse tediosa - que vigilara las piezas de la exposición... Es... es... lo que normalmente hago en estos casos... No... no... noo... normal... mente. -
Heinrich advierte que el conserje, además de su peculiar gesticulación nerviosa, muestra otra extraña patología de comportamiento: no ha pestañeado en ninguna ocasión. Es algo antinatural, y que se hace muy evidente dado el tamaño de los glóbulos oculares de Kiefer, y de lo anormalmente salidos que son sus ojos.