Pues he aquí mi Horrible Posesión.

Aun recuerdas la primera vez que vistes a ese oxidado mono de cuerda. Lo compraste a buen precio en una de esas viejas tiendas que venden las cosas que otros ya no quieren. Sinceramente era bastante feo, despeluchado, cubierto de polvo ceniciento y con un vestido que hacía por lo menos años que había perdido el brillante color aguamarina para recordar a un desteñido azul oscuro, aunque el precio, y porque no decirlo, esos divertidos platillos, lo convertía en un regalo excelente para tu sobrino... que equivocado estabas…
No tardo en hablarte, bueno, eso nunca lo asegurarías (y menos cerca de un manicomio) pero estuviste, y aún, maldita sea, lo estas, de que lo hizo, o por lo menos, se metió en tu cabeza y con voz siniestra fue resolviendo cada una de las palabras del crucigrama del “Arkham Herald” del domingo y que hasta hace solo unos minutos lo veías imposible. Después de eso le siguieron ecuaciones sin sentido, apuntes dentro de tu cabeza, susurros de conocimiento con esa estridente voz de simio que te hizo escaldar peldaños entre las mentes más brillantes de Nueva Inglaterra, fue bueno, como un regalo divino… al principio…
El día que comenzaron los gritos… aun tiemblas al recordar como tu cabeza se lleno de su voz, de esa voz maliciosa que se autoproclamaba el heraldo de un mal mayor, esa voz que te descubría un mundo oculto y que ahora desearías que siguiera así, un mundo de dolor y miedo que poco a poco te enloquecía mientras que la “voz” se alimentaba de tu cordura a cambio de una dulce demencia que se perdía en tus oídos.
Observas al monito una vez más sabiendo que ya no podrás deshacerte de el aunque quisieras, los fríos ojos de vidrio traslucido te devuelven esa mirada con un antiguo y siniestro brillo impropio de un juguete, aunque parezca absurdo, no tardas en apartar la vista de esa caricatura de mono de feria aterrado por lo que sus sellados labios pueden desvelarte…
Quería crear un objeto que tuviera un buen efecto acumulativo, creo que la idea de crear una sinergia con las
Pistas del personaje lo hace bastante interesante y obliga al jugador a decidir entre descartarse de sus pistas o bien tener grandes bonificadores en sus tiradas de Saber, lo que convierte a este objeto en pieza indispensable para ávidos lectores de tomos o lanzadores de hechizos.
El efecto negativo tiene muchísima sinergia con el
Primigenio Hastur y lo convierte en una dolorosa carga, no solo hace que tu personaje pierda Cordura con facilidad si abusa de las Pistas, sino que en caso de enloquecer puede aumentar dramáticamente el valor de combate de
Hastur a causa del incremento del medidor de Terror.
Por problemas de espacio (No siempre se puede añadir todas las ideas que tienes) tuve que decantarme por la opción mas "sosa" hacer que el objeto no pueda perderse bajo ningún concepto, lo que también aumenta su coste de compra.