
Este libro contiene cinco relatos, cada uno de diferentes ambientaciones. De estos relatos, realmente de mi gusto sólo fueron El hombre al que amaban los árboles y "Culto secreto". Este libro lo leí por curiosidad, con ganas de conocer más del escritor de "El Wendigo" . Por desgracia sólo dos de los cinco relatos cumplieron mi expectativas.
El primer relato, El hombre al que amaban los árboles, en un claro ejemplo de la unión entre naturaleza y terror. El relato narra la obsesión de un pintor por los árboles, a los que retrata en todo su ser y su viveza, obsesionándose de forma progresiva con ellos. Es un relato que llega a recordar a otro relato suyo, en el que magnificencia de la naturaleza es la fuente misma del terror: "El Wendigo" .
En "Descenso a Egipto" se nos narra la afectación metafísica que produce en uno de los protagonista la influencia de Egipto. Una influencia acumulada por la larga historia de Egipto y que puede desgastar la mente de aquellos que llegan a comprender sólo de este antiguo territorio.
El relato "Culto secreto", mi preferido del libro aunque la historia en si no es un alarde de originalidad. Se observa con efectividad como una visita del protagonista a su antiguo lugar de escolarización degenera en una reunión que pondrá a prueba su vida además de su propia cordura.
Por último tenemos Complicidad previa al hecho y El ocupante de la habitación... dos relatos algo flujillos para mi gusto. Ambos son desencadenados por casos de precognición, aunque sus consecuencias son totalmente dispares.