El retorno de la bruja
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| Detalle |
| Título: El retorno de la bruja |
| Título original: The return of the witch |
| Autor: Ramsey Campbell |
| Fecha creación: 1964 |
| Fecha publicación Julio 2013 |
| Primera publicación El habitante del lago y otros indeseables vecinos |
| Colaboradores: No |
Tabla de contenidos |
Primer párrafo
Pocos forasteros recorrían el barrio de Mercy Hill en Brichester al final de la Gran Guerra; ya fuera por su mala fama, ya porque las rutas que lo atravesaban no llevaban a ningún lugar relevante. Quienes se internaran en ese dédalo de callejas entre las casonas de ladrillo rojo y sus inquilinos de torva mirada, apreciarían que hacia lo alto de la colina, alrededor del hospital, las vías públicas parecían menos atestadas y sucias; mas hasta ahí todas diferentcia. En todo caso, casi ninuno habló del paticular abandono de Victoria Road y del mutismo de sus vecinos, pero claro, eran forasteros. Nadie de Mercy Hill habría paseado por esa calle tan despreocupadamente, pues todos allí sabían que Gladys Shorrock, la arrendataria del número 7, era una bruja.
Resumen (contiene spoilers)
Gladys Shorrock, con su hijo Robert, ocupó como arrendataria la casa de Mercy Hill. Poco después de su llegada todo el mundo era consciente de que era una bruja. Tenían una condición holgada sin ingresos, las ventanas estaban siempre cerradas, entre otros sucesos. Además, Robert, el hijo de Gladys, confesó haber emparedado un gato negro siguiendo un ritual romano. Robert murió en 1924, el empresario fúnebre que se encargó de las formalidades abandonó su oficio tras el sepelio. El 31 de Octubre del mismo año falleció Gladys Shorrock. Ese mismo día fue vista desde la ventana moviendo los labios mirando hacia arriba. Al día siguiente la encontraron muerta, aunque según el médico llevaba dos días muerta.
El inmueble quedó abandonado hasta 1960, cuando Norman Owen llegó a Brichester. Este novelista compró el inmueble. Llego a vivir con la ayuda de del médico Stanley Nash que le acompañó a su casa. En la casa no hay polvo, pese a las décadas sin ocupar, y un sentimiento de zozobra posee a Owen al entrar. Al inspeccionar las diferentes habitaciones de la casa, abre una habitación que estaba cerrada, y que ni siquiera se abrió cuando murió Gladys.
A partir de dormir en su nueva casa, Norman comienza a tener sueños sobre urbes muertes de otros planetas, y otros sueños inquietantes. Sueños que siempre recordaba. Además, al día siguiente presa de un sueño se echa en la alcoba por la tarde y sueña con que se levantaba e iba, con una pala en el coche, al cementerio. Allí camina hasta una tumba cubierta de maleza y comienza a cavar. Extrajo el féretro que lo metió en coche. En su casa abre el féretro, para ver cadáver. Los labios descarnados temblaron, y un débil graznido vibró en la garganta coriácea, a la vez que una garra putrefacta se agarra al canto. Luego, siguiendo unas ordenes hipnóticas vuelve a llevar el féretro a su tumba. Para enterrarlo de nuevo. Al día siguiente se despertará viéndose cubierto de barro, y con el coche sucio y con la depresión del féretro en los asientos traseros.
Al dia siguiente le explica sus acciones a su amigo Nash, que revisa los libros de la bruja. Éste lleva a la conclusión que la bruja está intentando resucitar. Y como su cuerpo ya no es útil, ha comenzado a buscar otro cuerpo. Nash deja sólo a Norman, ya que le requiere su trabajo. Estando solo Owen abandona su casa otra vez en estado hipnótico y desentierra un pesado cofre de madera. Cuando Nash regresa se encuentra a Owen luchando contra la voluntad de abrir el cofre. Nash rompe la estrella que había en la habitación cerrada, momento en el que Owen se siente libre de la influencia ajena. Deciden quemar el cofre sin llegar a saber que contiene.
Fragmentos
- Referencia a Revelaciones de Glaaki. La bruja posee una edición expurgada de 1865
Después de hojear uno por uno los nueve volúmenes de una vieja obra esotérica
