El cantante de Dhol (escenario)
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Detalles
Páginas: 43
Autor: Florian Hardt
Artista: Alberto Martínez "Kisama", Andrés Sáez Martínez "Marlock" (portada)
Mapas:
Ambientación: 1920
Aparece en: El cantante de Dhol
Información para los Investigadores
Recientemente ha fallecido Ada Gullson, 13 de marzo de 1920, en el hospital de Camden, Maine. Ella era la propietaria de la granja familiar. La familia Gullson acaba de enterrar a Ada en el continenete y está regresando a la graja familiar
Información para el Guardián (spoilers)
Los jugadores no deben seguir leyendo
A principios de la Edad Media llegó a Europa un artefacto hecho de un material parecido a la porcelana, cuya superficie con cavidades en forma de poros se asemeja a la piel de un ser orgánico. Casi podría describirse como una mezcla de flauta y tronco, y es que en realidad... ¡lo es! Esta «flauta» no es otra cosa que parte del cuerpo de un ser que no es de este mundo, el legendario Cantante del Dhol, y sirve principalmente para comunicarse con él. El Cantante proviene de una realidad desconocida para los humanos y se dice que tiene algo que ver con el dios Azathoth. Donde quiera que suene la flauta, el Cantante aparece esa misma noche o la siguiente para buscar al llamador. La voz de esta criatura enloquece a las personas y a los animales, destruye sus almas e incluso los cambia físicamente; tanto sus víctimas como sus descendientes quedan prendados del Cantante y cometen fechorías atroces.
La flauta fue investigada por primera vez en un monasterio perdido, por un monje sin nombre que más tarde sería conocido como «el Ghul». Intentó tocar algunas melodías y, durante la noche siguiente, el Cantante visitó el monasterio. No pasó mucho tiempo antes de que los monjes sucumbieran, uno tras otro, a su influencia, y el monasterio se convirtió en un escenario de espantosas atrocidades, entre las que destacaba el canibalismo de los leprosos que estaban a cuidado del hospicio. El reino de terror de los monjes acabó por la fuerza, pero el Ghul logró escapar, junto con un puñado de seguidores. La flauta resultó ser indestructible, pero fue capturada por una orden secreta de caballeros que la custodió durante siglos. Sin embargo, en 1705, el artefacto cayó en manos del bucanero Cord Wainwright, que por aquel entonces se refugiaba en la isla de Oyster, en Maine. Para evitar que ocurriera algo terrible, el gran maestro de la orden envió inmediatamente a guerreros curtidos en mil batallas para recuperar el artefacto. Pero, por desgracia, el aspecto extravagan 6EL CANTANTE DE DHOL te de la flauta ya había seducido a uno de los hombres de Wainwright para tocarla. Cuando los caballeros de la orden llegaron por fin a la isla de Oyster, la locura se desató. Aunque el flautista había sido asesinado y enterrado por el propio Wainwright, un portal hacia Dhol ya se había abierto, allanando el camino para el Cantante hacia la isla. Los descendientes de Ghul también ha bían escuchado la llamada al Cantante y, sin que los caballeros se dieran cuenta, también lograron regresar a la isla de Oyster, donde noche tras noche, volvieron a cometer sus sangrientos actos. Finalmente, los caballeros consiguieron cerrar el portal mediante un círculo de piedras, pero la flauta nunca fue encontrada y permaneció junto con resto del tesoro de Wainwright allí donde lo hubiera escondido te de la flauta ya había seducido a uno de los hombres de Wainwright para tocarla. Cuando los caballeros de la orden llegaron por fin a la isla de Oyster, la locura se desató. Aunque el flautista había sido asesinado y enterrado por el propio Wainwright, un portal hacia Dhol ya se había abierto, allanando el camino para el Cantante hacia la isla. Los descendientes de Ghul también habían escuchado la llamada al Cantante y, sin que los caballeros se dieran cuenta, también lograron regresar a la isla de Oyster, donde noche tras noche, volvieron a cometer sus sangrientos actos. Finalmente, los caballeros consiguieron cerrar el portal mediante un círculo de piedras, pero la flauta nunca fue encontrada y permaneció junto con resto del tesoro de Wainwright allí donde lo hubiera escondido.
Algunos de los caballeros se instalaron en Oyster para vigilar la flauta donde, mientras esperaban el regreso de sus enemigos, se fueron transmitiendo los conocimientos sobre el artefacto de generación en generación. Los descendientes del monje también se quedaron en la isla y a pesar del mal que, por así decirlo, corre por sus venas, nunca fueron descubiertos, ya que la llamada al Cantante no volvió a oírse. Poco a poco, fueron olvidando lo sucedido, y hoy apenas se diferencian de los seres humanos normales (aunque mucho más ruines). Solo su apellido recuerda el cambio causado por el Cantante: todos se llaman Gullson. La flauta, sin embargo, todavía espera a ser descubierta ( junto con el tesoro pirata) bajo una losa conmemorativa en la antigua iglesia de St. Savior en Oyster
Referencias
Enlaces
Reseña de Los cinco escalones
