El mundo interior

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Detalle
Título: El mundo interior
Título original: El mundo interior
Autor: Aitor Solar
Fecha creación: 2016
Fecha publicación 2016
Primera publicación La fuente de las tinieblas
Colaboradores: No

Tabla de contenidos

Primer párrafo

Mi apartamento estaba en el bloque B. Por lo que puede comprobar más adelante, había cuatro bloques a ese lado de la calle y tres más al otro, todos más o menos del mismo tamaño y de planta hexagonal, separados por amplias zonas ajadinadas con escasos pero frondosos árboles. Bonito, pero caro de mantener. Cada mañana al ir a trabajar veía cómo los jardineros se esmeraban en podar, segar y regar, con un objetivo meramente estético porque de todos modos estaba prohibido pisar el césped. Reconozco que yo siempre he sido más de ciudad pequeña: llena de historia, con sus casas apretujadas, calles sinuosas y rincones escondidos. Pero no estaba en disposición de discutir. Bastante suerte había tenido al encontrar en poco tiempo un piso de alquiler que no se saliera demasiado de mi presupuesto.

Resumen (contiene spoilers)

Teniendo que haberse mudado repentinamente por trabajo a un piso situado en un bloque de edificios. El bloque forma parte de un hexágono, cuatro bloques rodean un patio interior en el que hay una zona verde restringida. Inicialmente la vida del narrador es anodina, trabajando hasta tarde para llegar al piso sólo para dormir. Hasta que descubre la existencia de una piscina en el patio interior. Siendo primavera-verano el chapuzón tras la jornada de trabajo acaba siendo una costumbre.

Un viernes la mayor parte de los vecinos se reúnen en el patio, atraídos por la buena temperatura, la agradable piscina, y un equipo de música de la que sonaba música étnica, rítmica y primitiva. Al caer la noche unos focos iluminan la piscina, iluminando suavemente, fomentando la intimidad. A eso se Durante la noche la fiesta se va calentando. Inicialmente se pueden observar parejas besarse abiertamente, e incluso algunas personas que comienzan a enlazarse en besos con diferentes personas. La noche acaba con parejas realizando el amor en la piscina, incluyendo el narrador con la esposa de sus vecino.

Al día siguiente, los remordimientos corroen al narrador. Ha tenido sexo en la piscina, en público, y con la mujer de su vecino de puerta. Sin embargo su vecino no se lo recrimina, sino que se muestra ansioso por la fiesta que se prepara la ese sábado noche. Y así fue, ese sábado noche hay otra fiesta, en la acaba siendo habitual ver cuerpos desnudos copulando en la piscina.

Al día siguiente, preso de nuevos remordimientos, y mientas observa el patio interior desde la ventana habla con su vecina. Ambos piensan lo mismo, el jardín anima a desinhibirse. Además todas los habitantes de los bloques son jóvenes, algunos en pareja, pero sin hijos. Y los que conoce viven todos de alquiler desde hace escasos meses. Casi parece que los inquilinos hayan sido escogidos. Y de esta manera, con una fiesta en el jardín interior cada noche acaba pasando todo el verano.

Al finalizar el verano los administradores de la finca tapan la piscina con una lona. Hay algunos intentos de organizar nuevas fiestas con la piscina tapada por una lona, pero no acaban de fructificar y los asistentes regresan a sus pisos. La vida vuelve a la normalidad. El narrador se vuelve consciente de los grandes gastos de la comunidad de vecinos, posiblemente para sufragar las parrilladas nocturnas y otros elementos que cada noche amenizaban las fiestas. También de que ha estado a punto de ser despedido, sin ser consciente había descuidado su trabajo. Durante esos días de regreso a la normalidad pregunta a otros vecinos siendo consciente de que todos tienen la sensación de haber sido escogidos como inquilinos, parejas sin hijos, solteros, todos jóvenes. Sus preguntas atraen la atención de una joven que también vive en uno de los bloques, Una antropóloga que considera que las fiestas parecían ser un ritual a la fertilidad, noches de comida y sexo mientras se bailaba alrededor de la piscina y se iluminaba la noche con hogueras. Nadie usó métodos anticonceptivos, ni han habido embarazos no deseados. Como si la fecundidad hubiese sido canalizada a otro lugar. También se vuelven conscientes de que entre los asistentes habían personas que fomentaban la orgía, formando parejas espontaneas, excitando sexualmente a un asistente para luego abandonarlo y excitar a otro; como ya le sucedió al narrador en la primera fiesta. Según la joven antropóloga las orgías eran como las celebraciones a una antigua diosa fecundidad sumeria, Shub-Niggurath.

Al acercarse de nuevo la primavera, algunas pesadillas acechan al narrador. Y al asomarse al patio observa que todo parece ajado. Paredes descacarilladas, árboles aspecto enfermizo, césped casi inexistente... y algo que se mueve bajo la lona de la piscina. Unas deformaciones, como si algo grande se moviese bajo la lona. Mientras observa esos movimientos, atraído a la ventana como otros inquilinos, observa como la lona se suelta mostrando un enorme pseudópodo que se alza hasta agarrar a uno de los inquilinos en su ventana y atraerlo a la piscina. No será el único agarrado por los psudópodos. Y al intentar huir de la finca, mientras escucha los gritos de horror, descubre que la verja de hierro está cerrada. El hijo de las orgías veraniegas ha nacido y necesita alimento que devorar.


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