La sombra bajo Diógenes

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Detalle
Título: La sombra bajo Diógenes
Título original: La sombra bajo Diógenes
Autor: Aitor Solar
Fecha creación: 2016
Fecha publicación 2016
Primera publicación La fuente de las tinieblas
Colaboradores: No

Tabla de contenidos

Primer párrafo

Pulsar el timbre no produjo sonido alguno. Se echó un paso atrás para comprobar que la letra situada sobre el dintel era la correcta y volvió apretar el botón junto a la jamba. Parecía no funcionar, por lo que al cabo de unos instantes optó por golpear la puerta con los nudillos. Eso tampoco provocó una reacción aparente en el interior, así que insistió con más fuerza. Cabía la posibilidad de que no se encontrara en casa, pero por lo que se había informado, eso ya no sucedía casi nunca. Acercó la oreja a la madera y creyó escuchar movimiento.

Resumen (contiene spoilers)

Hace algún tiempo hubo un desalojo que acabó en desastre. Un incendio destruyó la casa que iba a ser desalojada, a la par que varios policía y bomberos, asi como los ancianos a desalojar, eran carbonizados. Un policía murió, dejando a su mujer con deudas y una amargura que la llevó a la tumba. Ahora, el sobrino de esta pareja desea demandar al ayuntamiento para que se haga justicia, y conseguir una buena compensación económica. Para ello ha investigado hasta conseguir la dirección del único bombero que sobrevivió al fuego. Tras picar al timbre repetidamente, y temiendo que su visita no de frutos, consigue que el bombero le abra la puerta.

El bombero sufrió quemaduras por todo el cuerpo, además de las heridas por el derrumbe de la casa. Su cuerpo está demacrado, con llagas por el cuerpo, necesitando un inhalador, y piel de aspecto artificial. El bombero envejecido prematuramente comienza a narrar la historia del desalojo. Como la unidad llegó a la casa a desalojar, y entraron en la casa acompañados por policías y asistentes sociales. La casa es el hogar de un par de ancianos, pero los ancianos están seniles según el hijo y la casa amenaza ruina. Al entrar descubren que el suelo del edificio está plagado de desechos y detritus. Desde heces, supuestamente humanas, hasta restos de comida, trastos de todo tipo... Los ancianos sufren de Diógenes. Al llegar al comedor descubren primero que el suelo del comedor está hundido algunos escalones respecto a la entrada, pero que la cantidad de basura que hay acumulada nivela el suelo. Pero no es suficiente para aguantar el peso de los bomberos, que se hunden hasta las rodillas como si fueran arenas movedizas. En medio del comedor, sobre la superficie de ese mar de basura se encuentra el hijo de los ancianos, muerto. Le falta una pierna, y sus intestinos se escurren cuando es movido.

Bomberos y asistentes deciden separarse para cubrir las habitaciones lo antes posible y abandonar la casa cuanto antes. Pero al separarse comienzan a ser atacados. El bombero superviviente observa algo moverse bajo el mar de desechos como topos bajo tierra, justo antes de notar un fuerte mordisco en una pierna. No esperaba salir de la casa con vida, moverse por el bar de detritus era difícil y lento, aunque se apartase los obstáculos justo delante otros ocupaban su puesto. Y los monstruos que les atacaban eran rápidos y efectivos. Pero cuando uno de los policías es arrastrado debajo el nivel de desechos, consigue levantar el brazo y lanzar un mechero encendido. La casa, con gran cantidad de residuos, incluso en las paredes, arde con premura. Los cuerpos de bomberos, policías y asistentes sociales son calcinados. Igual que el de los monstruos que les atacaban haciéndoles inútil una autopsia.

El bombero sobreviviente del desastre necesitó trasplantes de piel e inhaladores para sobrevivir. Comenzó a investigar, llegando a deducir que los dos ancianos estaban en un estadio muy avanzado del mal llamado síndrome de Diógenes. Eran dos ancianos que se habían volcado a la adoración de Baoht Z'uqaa-Mogg, señor de la pestilencia. Y por lo tanto estaban siendo bendecidos con una transformación que los había vuelto más fuertes y rápidos mientras sus propios cuerpos se podrían. Una bendición que conllevaba la inmortalidad, y la superación de toda limitación física.

El familiar decide que no tiene sentido usar al bombero como testigo. Claramente ha de estar loco, por el sinsentido de su declaración. Pero al levantarse para abandonar el piso del bombero descubre que la puerta está cerrada y que el antes débil hombre ahora avanza en su dirección ágilmente, sin muletas ni inhaladores.

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