Templo del Sanador Lem

De Wiki Cthulhu juego de Rol

PERFIL CULTO
Concepto: Un falso profeta, una niña diosa y sus acólitos
Motivación Tantear los límites de la naturaleza humana y lucrarse con ello
Recursos: 4 Los donativos son cada vez más generosos
Influencia: 5 Populares entre los cazadores de milagros de Estados Unidos
Conocimiento: 3 La trascendencia sugerida por el Des destinées de l’âme
Tamaño: 3 Pocos iniciados, pero muchos creyentes

Tabla de contenidos

Descripción

Todos los cultos son singulares, pero el Templo del Sanador Lem es un caso realmente especial. Por un lado mantiene una fachada de templo metodista salido de madre, mitad espectáculo, mitad lugar de peregrinación. Los sermones del padre O’Brian ya eran populares hace una década, pero con la llegada de Linda y sus imposiciones de manos milagrosas los seguidores comenzaron a aparecer por todas partes. De poco sirvió cambiar el nombre del Templo e iniciar una vida itinerante: los más fieles seguían al predicador y a su hija allá adonde fueran, mientras que los nuevos devotos aparecían en cuanto montaban su carpa en cualquier lugar, por remoto que fuera. Las figuras de Lem y su hija son casi una leyenda entre los religiosos más impresionables de la América profunda.


Las dotes de Linda como sanadora no son una falacia, cientos de testimonios pueden dar fe de sus poderes sobrenaturales. Linda produce efectos más allá de toda explicación en personas enfermas, deformes o lisiadas solo mediante la imposición de manos. Al principio todo era luz y los que recibían «la caricia de Linda» sanaban. La niña parecía capaz, ya no solo de detener los peores efectos de enfermedades terminales, sino de hacerlas remitir. Con el paso del tiempo las cosas se volvieron más complejas. Y eso tuvo que ver con la llegada de un ser extraño y un libro que entregó a la niña en cuanto ella supo leer, titulado Des destinées de l’âme. Casi nada se conoce de esa figura misteriosa que Linda describe como un «hombre árbol», solo que ha reaparecido en tres ocasiones (cada vez que el predicador O’Brian ha tratado de deshacerse del libro) para devolvérselo a Linda de alguna manera. Solo Linda y su padre tienen acceso al tomo, aunque el predicador hace tiempo que no quiere ni tocarlo. Es habitual verlo en manos de la niña durante las sesiones de milagros, pero luego lo guarda celosamente en su habitación. Sea como fuere, el libro influyó en Linda, convirtiéndola en una figura mucho más sombría y circunspecta. Desde entonces, las sanaciones se alternan con otros efectos más inquietantes. Hay quien parece curarse para luego sufrir un rebrote más virulento de su enfermedad. Otros ven sanada su dolencia, pero a cambio de nuevas enfermedades y trastornos. Incluso hay quien desaparece durante alguna sesión privada con Linda. Curiosamente, hay pocas denuncias al respecto. Poco puede hacerse cuando la relación entre Linda y sus seguidores se sustenta en la fe. Los pocos intentos de la policía y el FBI por desvelar algún tipo de actividad criminal tras las pocas denuncias cursadas chocaron de cara con una realidad incontestable: una niña que solo impone sus manos y pronuncia inocentes oraciones. Los fieles que acuden al Templo de Lem saben que Linda solo saca a la luz «aquello que cada uno trae consigo», de modo que la gente cree que una verdadera fe será recompensada, mientras que los pecadores sufrirán el castigo que merecen. En esa extraña idiosincrasia, los que sanan se vuelven todavía más fieles y devotos, mientras que los que empeoran son señalados y expulsados con la frialdad del pecador. Todo ante la hierática mirada de Linda y el semblante de impotencia de su padre. La realidad es que Linda decide cómo intervenir sobre los enfermos, bajo su propio criterio. La niña, ya casi una adolescente, está investigando con sus poderes y con las ideas extraídas del tomo arcano. Sabiendo que debe mantener motivado al culto, sigue realizando algunas sanaciones, pero cada vez abundan más los «castigos», que no dejan de ser pruebas y experimentos que Linda realiza con la carne de sus devotos y con el vínculo que une la carne a sus agitados espíritus.


A día de hoy, el papel de Lem es cada vez más secundario o incluso cuestionado. Los más fieles detectan sus dudas de fe, y solo el respeto por haber sido el fundador y el padre de Linda lo mantienen en un lugar de dominancia. Un lugar cada vez más simbólico, pues todos intuyen que es Linda la que tiene la sartén por el mango. Es solo cuestión de tiempo que ella dé un paso adelante y lidere la congregación.

Más allá de los seguidores que acuden al Templo con regularidad, el corpus del culto está formado por una decena de fieles devotos que llevan acompañando a Lem y a su hija desde hace años y que han dedicado su vida a la causa. Ocho de ellos son personas normales (bueno, más allá de su ciega devoción) y el resto son las «criaturas de Linda», otrora seres humanos pero hoy convertidas en seres monstruosos debido a los experimentos de la niña. Tras años de itinerancia por todos los Estados Unidos, el Templo abandonó su carpa, sus caravanas y sus camiones por un recinto estable, el viejo teatro Velvet Cross, a medio reformar, en Providence (Rhode Island).

Hitos

  • Solo Lem y Linda conocen el terrible secreto que se oculta tras los milagros.
  • Cada vez que alguien intenta deshacerse del libro, el «hombre árbol» acude a devolverlo.
  • Milagro o castigo, es Dios quien que te juzga y decide. El libro es valioso, pero solo Linda parece capaz de usarlo.

Miembro típico

Grupo Pregenerado

Enlaces

Este culto aparece en Hijos de Nyarlathotep

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