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Descripción

Es una secta de egipcios y sudaneses ricos, la mayoría de los cuales ocupan posiciones de poder, y que adoran a Nyarlathotep, específicamente al avatar El Faraón Negro. Dedicados a llevar a cabo su voluntad en la tierra, son implacables en su trato con aquellos que se interponen en su camino. Se reúnen a intervalos irregulares para realizar rituales en el desierto cerca de las pirámides en Saqqara y en la red de cavernas que hay bajo la Esfinge de Giza.

El sacerdote principal de la secta es Omar Shakti, un rico cultivador de algodón y terrateniente, que posee una gran propiedad en el Fayum

Sus armas favoritas incluyen espadas cortas, dagas y garrotes (de estrangular), así como el bastón con pincho de la secta.

Se encuentra asociada con la Secta de la sabiduría estrellada, Hermandad de la Bestia. Una rama secundaría de esta secta se denomina Hijos de la Esfinge

Símbolo

Su símbolo es un Ankh invertido.

Miembros

Los miembros permanecen ocultos a la sociedad, infiltrandose en posiciones de poder.

Se pueden ver las estadísticas de un Miembro de la Hermandad del Faraón Negro

Acciones

Los ritos, ya sean los mensuales de la luna nueva o los dos más frecuentes ritos sexuales en el exterior alrededor de una gran estela egipcia, situada alrededor de una gran estela egipcia cubierta de jeroglíficos. Una estela es una columna cuadrangular que acaba en una punta redondeada y que suele llevar inscripciones. Esta ha sido tallada en piedra negra que procede de otro mundo Los jeroglíficos son un poema de adoración al Faraón Negro. La parte inferior dispone de grilletes con los que inmovilizar a sus víctimas, que suelen ser cuatro, una por cada lado de la estela.

Los ritos tienen lugar siempre de noche, cuando el color negro es más fuerte, siempre a la luz de las antorchas, por lo que si los investigadores están al acecho tendrán que acercarse bastante para ver algo más que gente en movimiento y llamas que oscilan. Los sectarios cubiertos con mantos, bailan al son de instrumentos orientales como flautas, marimbas, salterios, címbalos de dedo, etc. Los ritos de la Hermandad del Faraón Negro son más formales y complejos que los realizado por la Lengua Sangrienta, pero no menos bárbaros.

• Rito iniciático: Durante la iniciación de un nuevo iniciado se realizan sacrificios. Para los nuevos sectarios implica matar lentamente a golpes a una víctima utilizando el arma ritual de la secta. Para un nuevo sacerdote la muerte se práctica a través de la magia. Si el rito es prácticado por la rama central de la secta (situada en Egipto), se acaba el ritual llamando a la Esfinge Negra, uno de los avatares de Nyarlathotep

• El rito de la muerte. Tiene lugar cada mes lunar y en él las víctimas son lenta y metódicamente golpeadas hasta causarles la muerte que se les administra finalmente atravesándoles el corazón con un estilete. Cuando la última víctima muere aparecen 1D3 Shantaks que aterrizan en medio de los sectarios quienes se pelean por subir (sólo puede subir uno por montura) y ser llevados hacia Azathoth y su terrible corte, de donde evidentemente ninguno ha vuelto jamás. Los sectarios que se pierden el viaje se consuelan devorando los cadáveres de las víctimas. Cuando no quedan más que los huesos, éstos son destruidos mediante hechizos de Consunción Como recompensa por su obediencia Nyarlathotep concede a los sacerdotes más POD y en ocasiones conocimientos, así como puede advertirles de la existencia de enemigos de la secta. Los ritos son macabros y terribles de presenciar incluso a distancia, requiriendo tiradas de COR 0/1D6 por el rito en sí y 0/1D6 por los Shantaks.

• El rito sexual: Puede tener lugar cada semana, según la voluntad de los sacerdotes. En él varios humanos capturados por la secta son forzados por 1D8+1 Otros Dioses menores especialmente enviados por Nyarlathotep para tan despreciable celebración. El propósito de este rito es cambiar la sociedad humana creando nuevas sectas de dioses menores, que deberán su existencia a los sicarios del Caos Reptante.

Los preliminares son cortos puestos que los despreciables dioses no están dispuestos a esperar demasiado antes de perpetrar todo tipo de actos obscenos y repugnantes sobre sus víctimas. Los hombres y mujeres capturados son encadenados a la estela o atados a estacas clavadas en el suelo de los alrededores. Las sectarias bailan a su alrededor. en un frenesí erótico mientras que los sectarios aguardan pacientemente. Una vez los Otros dioses menores han saciado sus apetitos retornan a sus planos de existencia Aunque estas activades no causan inmediatamente la muerte e nadie, cualquier que las presencie no puede quedar impasible. El ritual obliga a tirar COR 0/1D6 y la llegada de cada Otro Dios menor 1/1D20,

Hay un 5% de probabilidad de que una víctima femenida dé a luz posteriormente un niño con una extraña deformidad física, característica del dios violador. Esos niños son criados para convertirse en sacerdotes de las sectas de los Otros Dioses y se borra mágicamente de sus madres la memoria de los hechos, aunque durante el resto de su vida sufren tremendas pesadillas. A algunos sectarios que gozan del favor de los sacerdotes se les permite de vez en cuando participar y recodar todos y cada uno de los repugnantes detalles. Una investigadores con APA elevada es probable que vaya a parar a uno de estos rituales.

Interrumpir un rito sexual son ganas de morir. hay un 50% de probabilidades de que los Otros Dioses que participan en el ritual se unan a la persecución.

En la década de 1970 la Hermandad del Faraón Negro sigue existiendo, aunque como una organización terrorista internacional. Su existencia es conocida por múltiples agencias de inteligencia. Los analistas son incapaces de identificar sus objetivos políticos, y sus ataques parecen ser escogidos al azar. La mayor parte de las agencias de inteligencia gubernamentales la Hermandad del Faraón Negro actúa como brazo armado para un amplio abanico de sectas relacionadas con los Mitos de Cthulhu, actuando cuando son necesario el asesinado, ataques suicidas y acciones similares. Su líder es Tursun Seyh, de origen turco. La Hermandad del Faraón Negro se mantiene como una serie de pequeñas células independientes formadas por fanáticos sectarios. Todos ellos prefieren morir a ser capturados, y están invariablemente locos. Felizmente no dudan en ofrecer sus vidas para facilitar el ascenso de los Primigenios. En esta década se estima que hay aproximadamente ochenta miembros, pero reclutan con relativa facilidad entre disidentes políticos, ultranacionalistas y aquellos que buscan ser mártires.

Relatos

Este objeto aparece en el manual Las máscaras de Nyarlathotep. Ver reseña de Las máscaras de Nyarlathotep

La información referente a 1970 aparece en el suplemento de rol World War Cthulhu Cold War