Los extraños días

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Detalle
Título: Los extraños días
Título original: Los extraños días
Autor: Javier Fernández Bilbao
Fecha creación: 2012
Fecha publicación 2012
Primera publicación Arkham Relatos de Horror Cósmico
Colaboradores: No

Tabla de contenidos

Primer párrafo

Lejos de Arkham, año 1995 No pretendo extenderme con largas explicaciones o extraviarme de mi objetivo y perder el tiempo buscando adjetivos con que ajustarme a la verdad de la ciudad de Arkham. Otros lo han hecho ya muy acertadamente en el pasado, y otros sin duda lo harán en el presente para, quizá, adornar cuentos con que entretener a lectores pusilánimes. Baste decir que nunca me halle a gusto caminando solo entre los viejos edificios y estrechas calles de la parte más antigua de la ciudad, y que por esta razón abandoné el favor de conocerla más a fondo. Y de la parte más moderna, con sus bares y pubs estratégicamente situados cerca del campus universitario, y las residencias nuevas en la parte más alta de French Hills, poca cosa más que añadir salvo que no contribuyen para nada en hacer mis paseos más agradables.

Resumen (contiene spoilers)

Debido a una sequía y una subida de temperatura el rio de Miskatonic se ve reducido a una parte de su caudal. Esto deja al aire libre los lodos normalmente sumergidos, inundando la ciudad en una atmósfera irrespirable. Por ello el ayuntamiento contrata a un experto para poner una solución hasta que regresen las lluvias. El experto, el narrador de la historia, realiza un seguimiento de los afluentes del Miskatonic. Recorriendo uno de estos afluentes, rio arriba, hasta el inicio del afluente. Este es un compuerta metálica, de la que rezumaba el poco agua que formaba el afluente. No sin mucho esfuerzo consigue abrir la compuerta metálica, dando libertad al agua. En ese momento un regreso apresurado a Arkham, perseguido por un miedo sin explicación.

Regresa a Arkham sucio y húmedo por sus caídas en el ahora crecido arroyo. Pero al llegar al hotel descubre que parte de su espalda, chaqueta y pelo está descolorido. Y además al apagar la luces emana una luminiscencia malsana.

Detalles

Referencias a El Color Surgido del Espacio (relato)

- Entonces pude -pudieron ver todos- una tenue iridiscencia que manaba de las palmas de mis manos... de los pantalones mojados... de todo mi cuerpo [...] No quiero oír hablar del marchito erial ni una vez más. Ni de los extraños días... aquellos que dijeron hubieron de continuar a la caída del meteorito

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