Xiclotl

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Lugar
Nombre: Xiclotl
Situación:
Tipo: Planeta
Pronunciación: ZIGH-laut'l

Descripción

Xiclotl es un planeta del mismo sistema solar que Shaggai, un sistema solar formado por dos soles verdes gemelos. El planeta tiene una vegetación muy densa, y es hogar de dos o posiblemente más especies inteligentes. Una vez Shaggai fue destruido, los Insectos de Shaggai se trasladaron a este planeta, antes de viajar a Thuggon debido al peligro que suponía la raza Death Vines

Los habitantes de Xiclotl conocidos como Ser de Xiclotl son similares a árboles, pero carnívoros.

La otra raza de Xiclotl es una raza de plantas conocida como Death Vines. Son criaturas gigantescas que habitan en las zonas más oscuras de la jungla. Esta especie se alimenta de los Ser de Xiclotl, que a su vez venera a la Zy'tl Q'ae como si fueran dioses. Una propiedad alucinógena de las secreciones de las Zy'tl Q'ae causa la muerte a aquellos que además alegremente se dirige a su perdición. Parece que tienen la capacidad de disparar sus esporas al espacio, de donde es posible que aterricen en otros planetas. Las Zy'tl Q'ae pueden tener una conexión con la planta conocida como Ei'lor


Relatos

A su llegada a Xiclotl, los insectos llamaron al resto de su raza a unirse a ellos desde las demás colonias. Los aborígenes sin rostro fueron esclavizados y, debido a su fortaleza y escasa inteligencia, obligados a realizar todas las tareas de construcción de la nueva metrópolis de los artrópodos. [...] La razón de su partida, que preferiría haber ignorado, tuvo que ver con la primitiva religiosidad de los esclavos sin rostro. Ellos adoraban a una antigua raza de plantas que crecían en el fondo de una sima de paredes verticales, al extremo de la región en la que se levantaba la ciudad.

Los insectos no permanecieron en Xiclotl más de doscientos años, durante los cuales mi informante había alcanzado la madurez. La razón de su partida, que preferiría haber ignorado, tuvo que ver con la primitiva religiosidad de los esclavos sin rostro. Ellos adoraban a una antigua raza de plantas que crecían en el fondo de una sima de paredes verticales, al extremo de la región en la que se levantaba la ciudad. Su culto exigía sacrifico periódicos; víctimas escogidas que se arrojaban voluntariamente para alimentar a sus glotonas deidades vegetales. Los insectos no se opusieron a esta práctica -siempre y cuando no se desperdiciara demasiada mano de obra- ... hasta que un grupo de ellos siguió a uno de los mártires hasta la sima. la lectura del informe elaborado a su vuelta hizo que los más supersticiosos -incluido mi huésped- teleportaran de nuevo el templo, con una recua de Seres de Xiclotl en su interior como fuerza de trabajo a un planeta en el centro de la galaxia más próxima. [...] La partida informante vio a la criatura sin rostro saltar desde el borde del foso y desaparecer en la oscuridad de las regiones inferiores. Después de un lejano chapoteo, una enorme flor púrpura se alzó abriendo y cerrando ávidamente sus pétalos carnosos. Pero lo peor de la anormalidad vegetal que se revolvía en el fondo eran sus tentáculos verdes, rematados con manos de muchos dedos e impía belleza, estirándose anhelantes hacia la palpitante ofrenda


aunque el objeto debía ser tan alto como un árbol, no era tal cosa en absoluto... y que además se movía hacia él [...] A punto estuve de chocar con lo que tomé por un árbol gris metálico. Pequeño en comparación con el resto, mediría unos cinco pies de altura y poseía ramas cilíndricas muy gruesas. Cerca del suelo el tronco se dividía en dos cilindros cuya parte inferior se subdividía a su vez en seis extensiones circulares planas. Podía tratarse de una distorsión natural, lo cual explicaría también la extraña disposición circular de las ramas alrededor del tronco; pero no pude hallar explicación racional para el hecho de que las ramas más próximas se extendieran súbita y ávidamente en mi dirección, y que del extremo de lo que tomara por el tronco surgiera un óvalo sin rastros, mostrando un bostezante orificio en lo alto.

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