Hombre de Leng

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PERFIL
Imagen:Ángel_descarnado_de_la_noche.jpg
Pronunciación: -
FUE: 3D6 (10-11)
CON: 3D6 (10-11)
TAM: 2D6+6 (13)
INT: 2D6+6 (13)
POD: 3D6 (10-11)
DES: 3D6 (10-11)
APA: -
EDU: -
COR: -
Puntos de vida 2D6 (7)
Movimiento: 12
Bonif. al daño: Ninguna
Arma %Ataque Daño
Lanza
25%
1D8+1
Armadura: No
Regeneración: No
Hechizos: 1D6 hechizos si INT+POD>32
COR: 0/1D6

Tabla de contenidos

Descripción

Los cuasi humanos de Leng recibieron a las bestias lunares como si fueran dioses, aunque finalmente fueron conquistados.

Las bestias lunares devoran a los Hombre de Leng más gordos, utilizando a los más delgados para trabajos menores que no requieran de fuerza. Uno de sus trabajos más destacables es el de comerciar en Dylath-Leen. En tal caso navegan en las Galera negras


Armas

Dos o más Ángel descarnado de la noche pueden combinar sus fuerzas para emplear esta táctica con una víctima más fuerte. Sóo pueden cosquillear a un oponente al que hayan conseguido apresar previamente. Un ataque con éxito produce una gran intimidación, ya que la lengûeta de la cola de estas criaturas es afilada y peligrosa a pesar de no causar daño real. La víctima queda perpleja, humillada y desorientada pudiendo prestar atención únicamente a esta desquiciante amenaza. Las colas de estas criaturas pueden pasar a través de agujeros y abertura, atravesar ropas gruesas e incluso encontrar los intersticios de una armadura metálica.

  • Presa: 30%, Agarra a la víctima. Es el paso previo al cosquilleo
  • Cosquilleo:30%, inmoviliza durante 1D6+1 turnos. Sólo a una víctima agarrada.

Hechizos

No conocen hechizos.

Grupo Pregenerado

Relatos

  • En busca de la ciudad de sol poniente (H.P.Lovecraft)

Los mercaderes que venían en esa galera tenían la boca desmesurada, y sus turbantes formaban dos bultos hacia arriba desde la frente que resultaban particularmente desagradables. Su calzado era el más pequeño y raro que se hubiera visto jamás en los Seis Reinos. Pero lo peor de todo era el asunto de los nunca vistos galeotes.[...] [[Randolph Carter|Carter] veía que las criaturas casi humanas eran destinadas a las más ignominiosas tareas serviles, para las que no se requería una fuerza excepcional, como gobernar el timón y cocinar, hacer recados y negociar con los hombres de la tierra o de los demás planetas con los que ellos mantenían comercio. Estas criaturas debían de ser las más adecuadas para estas comisiones terrestres, ya que no se diferenciaban grandemente de los hombres una vez vestidas, calzadas y tocadas con sus oportunos turbantes; y podían regatear en las tiendas de éstos sin tener que dar explicaciones embarazosas e inoportunas[...]Los misteriosos pobladores de Leng no eran sino los mismísimos repugnantes mercaderes de las negras galeras que vendían rubíes en Dylath-Leen. ¡Los mercaderes semihumanos, esclavos de las entidades lunares con cuerpo de sapo [...] Estos frescos arcaicos relataban los anales de Leng; y en ellos los seres astados con pezuñas y boca inmensa, [...] en las que se narraba la llegada de las negras galeras de la luna, y el sometimiento del pueblo de Leng a los seres poliposos y amorfos que salían de ellas arrastrándose o retorciéndose de manera repugnante. Aquellos seres viscosos de color gris blancuzco habían sido adorados entonces como dioses, y ni un lamento se escapó del pueblo sometido cuando vio cómo se llevaban por docenas a los machos más gordos en las galeras negras.

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