Los Sueños de la Casa de la Bruja
De Wiki Cthulhu juego de Rol
| Detalle |
| Título: Los sueños de la casa de la bruja |
| Título original: The Dreams in the Witch House |
| Autor: Howard Phillips Lovecraft |
| Fecha creación: Enero-Febrero 1932 |
| Fecha publicación Julio 1933 |
| Primera publicación Weird Tales |
| Colaboradores: No |
Tabla de contenidos |
Primer párrafo
Walter Gilman no sabía si fueron los sueños los que provocaron la fiebre, o si fue la fiebre la causa de los sueños. Detrás de todo se agazapaba el horror lacerante y mohoso de la antigua ciudad y de la execrable buhardilla donde escribía, estudiaba y luchaba con cifras y fórmulas cuando no estaba dando vueltas en la mezquina cama de hierro. Sus oídos se estaban sensibilizando de manera poco natural e intolerable, y ya hacía tiempo que había parado el reloj barato de la repisa de la chimenea, cuyo tictac había llegado a parecerle como un tronar de artillería. Por la noche, los rumores de la ciudad oscurecida, el siniestro corretear de las ratas en los endebles tabiques y el crujir de las ocultas tablas en la centenaria casa bastaban para darle la sensación de barahúnda. La oscuridad siempre estaba llena de inexplicables ruidos, y no obstante Gilmanse estremecía a veces temiendo que aquellos sonidos se apagaran y le permitieran oír otros rumores más leves que acechaban detrás de ellos.
Resumen (contiene spoilers)
Walter Gilman es un estudiante de matemáticas y folclore de la Universidad de Miskatonic, que alquila una habitación en la Casa de la Bruja, una casa de Arkham que se dice está maldita. La primera parte de la historia es un relato sobre la casa, que una vez albergó a Keziah Mason, una presunta bruja que desapareció misteriosamente de la cárcel de Salem en 1692. Gilman descubre que durante casi dos siglos la mayor parte de sus inquilinos han muerto prematuramente.
Las dimensiones de la habitación de Gilman son extrañas, parecen que se ajustan a una geometría sobrenatural. Gilman teoriza que esto podría permitir viajar de una dimensión a otra. En sus sueños Gilman es llevado a una ciudad infinita y ciclópea. En varias ocasiones se encuentra con un extraño cúmulo de burbujas iridiscentes, así como con una figura trapezoidal; ambos cuerpos parecen ser conscientes.
A la vez, Gilman comienza a soñar con la vije Keziah Mason y su familiar de cuerpo de rata pero cara humana llamado Brown Jenkin. Una noche, Gilman sueña que [[Keziah Mason|Keziah] y Brown Jenkin además del infame Hombre de Negro le obligan a participar en el secuestro de un bebe. Al despertarse observa que sus zapatos están sucios de barro, y la noticia del secuestro aparece en el periódico.
En la noche de Walpurgis, los sueños de Gilman frusta los planes de Keziah de sacrificar al bebé, pero este acaba siendo asesinado por Brown Jenkin. Volviendo al mundo de vigilia, Gilman oye un sonido sobrenatural que le ensordece. Al día siguiente, Gilman es encontrado muerto en su habitación de la Casa de la Bruja, con un agujero excavado en su pecho y su corazón devorado.
El propietario decide abandonar la casa definitivamente, y cuando es demolida años más tarde, aparece un espacio entre las paredes lleno de huesos de niños, un cuchillo de sacrificio y un cuenco de metal que los científicos son incapaces de identificar.
Inspiración
Los sueños de la casa de la bruja seguramente fueron inspirados por la conferencia The size of the Universe de Willen de Sitter a la que Lovecraft asistió unos tres meses antes de comenzar a escribir la historia. Varios motivos, incluyendo la geometría y la curvatura del espacio, y una comprensión más profunda del universo a través de las matemáticas fueron algunos de los puntos tratados en la conferencia de Sitter. La idea de utilizar las dimensiones superiores del espacio no euclidiano como atajo a través del espacio normal se puede remontar a A.S.Eddington.
Detalles
Este relato suele ser considerado la primera historia de los Mitos de Cthulhu.
Aunque Lovecraft incluia a la Ciudad sin Nombre entre sus historias favoritas, fue rechazada por diferentes publicaciones (posiblemente por su aspecto amateur), incluyendo a Weird Tales (dos veces), Fantasy Magazine y posiblemente The Galleon. Fue aceptada por The Fantasy Fan, pero posteriormente retiró su oferta de publicarla. Finalmente fue reimpresa en la edición de noviembre de 1938 de Weird Tales tras la muerte de Lovecraft.
- Prefacio del relato por Robert M. Price, en la antología Ciclo de Nyarlathotep
Aunque el retrato de Nyarlathotep como un hombre negro en Los Sueños de la Casa de la Bruja no sea en absoluto algo sin precedentes en la obra de Lovecraft (aparece también en La búsqueda onírica de la desconocida Kadath y en el soneto Nyarlathotep), su presencia aquí denota la influencia de El culto a las brujas en la Europa occidental, de Margaret Murray, obra adorada por Lovecraft que él mismo se encarga de citar a mendo. Los personajes de La Llamada de Cthulhu, El horror de Red Hook y El que susurraba en la oscuridad no sólo poseen y hacen referencia al libro, sino que el propio Norman Bates de Robert Bloch resulta tener un ejemplar en su estantería.
Los Sueños de la Casa de la Bruja es una historia de parece tomar prestados otros detalles de la brujería extraídos del Culto a las brujas Margaret Murray, entre ellos la marca de las brujas e incluso los familiares roedores como el adorable Brown Jenkin.
Como demuestra Robert H. Waugh (La doctora Margaret Murray y H.P.Lovecraft: El culto a las brujas en Nueva Inglaterra, Lovecraft Studies 31, otoño de 1994, pp 2-10) la representación de la brujería por parte de Lovecraft. fue una síntesis de elementos extraídos de las novelas de Arthur Machen (por ejemplo, La novela del sello negro, La pirámide resplandeciente) y de Margaret Murray. HPL tomó de Machen la idea de que la brujería era el perverso legado pagano de una raza enana aborigen de Mongolia o del Turán, suplantada por los lampiños arios y celtas. Combinó esta idea con la hipótesis de Murray de que la brujería era un culto a la fertilidad suprimido anterior al cristianismo que recibió una segunda mano de diabolismo cristiano por obra y gracia de los inquisidores de la iglesia, que lo malinterpretaron y persiguieron (Lovecraft cotejó sus impresiones con su compañero racialista Robert E.Howard, que se recreaba utilizando la misma versión del peligro amarillo de los enanos precélticos en varias de sus historias, entre ellas Los hijos de la noche).
Waugh señala una exquisita ironía. Murray creía estar haciendo justicia a las brujas al liberarlas del lastre de haber sido una especie de Ayudantas Satanistas, mostrándolas como representates de una tradición independiente más antigua. Lovecraft reinterpretó esta teoría en la ficción para convertir a las brujas precristianas en supervivientes de algo infinitamente más aborrecible que el satanismo. Apostaría a que se trata de un giro que no aprueban especialmente las hoy en día políticamente correctas brujas de la Wicca, que han convertido las más que dudosas teorías de Murray en una licencia para aferrarse a un egregio pedigrí gratuito.
Más ironías: ¿Quién se hubiera imaginado que los ficticios Mitos de Lovecraft evolucionaían hasta convertirse en una rama del ocultismo neopagano de la Nueva Era moderna? Lovecraft dijo siempre que intentaba verter en sus escritos toda la ingenuidad y verosimilitud que requería un auténtico engaño. ¡Se diría que lo consiguió con creces!.
Frith Leiber tenía razón: Lovecraft llevó a cabo una revolución copérnica en el campo del terror al aprovechar las temibles implicaciones de la ciencia moderna como subtexto para el terror gótico (Un Copérnico literario, en H.P.Lovecraft: Cuatro décadas de críticas publicado por S.T.Joshi). Los Sueños de la Casa de la Bruja, como renococió Leiber (véase su ensayo A través del hiperspacio con Brown Jenkin: La contribución de Lovecraft a la ficción especulativa, en four Decades, pp 140-152, o en The second book of Fritz Leiber, SAW 1975,PP 182-197), constituye un ejemplo de primera. Keziah Mason no infunde medo porque esté relacionada con la superstición medieval en vez de con la ciencia progresiva humanística ¡Al contario! Si resulta aterradora es porque se ha adelantado a Einstein y ha traspuesto las barreras de un mundo tan sobrecogedor que no sabemos qué hacer con él.
Conexiones con otros relatos de Lovecraft
Existen referencias a Innsmouth, Azathoth, Nyarlathotep así como una ciudad ciclópea que corresponde con la ciudad de los Antiguos de En las Montañas de la Locura
Personajes principales
Los personajes principales de la historia son Walter Gilman, Keziah Mason, Brown Jenkin.
Fragmentos
- Referencia a Innsmouth
Todo cuanto le rodeaba tenía la estéril tristeza de las salinas, y el estrecho camino que se alejaba delante de él conducía a Innsmouth, esa antigua ciudad abandonada que la gente de Arkham estaba, curiosamente poco dispuesta a visitar
- Referencia a los Antiguos
La ciudad se extendía a sus pies hasta donde alcanzaba la vista, y Gilman deseó que ningún sonido brotara de ella. El suelo del cual se levantó fácilmente era de una piedra veteada y bruñida que no pudo identificar, y las baldosas estaban cortadas en formas caprichosas, que más que asimetricas le parecieron estar basadas en alguna simetría irrracional, cuyas leyes era incapaz de entender. La balaustrada le llegaba hasta el pecho y estaba delicada y fantásticamente forjada, y a lo largo del barandal se veían intercaladas, de trecho en trecho, pequeñas figuras de grotesca concepción y exquisita talla. Las figuras lo mismo que la balaustrada parecían ser de un metal brillante, cuyo color no se podía adivinar en el caos de mezclados fulgores, y cuya naturaleza invalidaba todas las conjeturas. Representaban algún objeto acanalado en forma de barril y con delgados brazos horizontales que salían como radios de rueda de un anillo central y con abultamientos o bulbos que salían de la cabeza y de la base. Cada uno de estos bulbos era el eje de un sistema de cinco brazos, largos, planos, rematados en triángulos dispuestos alrededor del eje, como los brazos de una estrella de mar, casi horizontales, pero ligeramente curvados desde el barril central. La base del bulbo inferior se fundía en el largo barandal con un punto de contacto tan delicado que varias figuras se habían roto y desprendido. Medían éstas alrededor de cuatro pulgadas y media de altura, Y los aguzados brazos tenían un diámetro máximo de unas dos pulgadas v media.
