Yôkai

De Wiki Cthulhu juego de Rol

PERFIL
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Pronunciación: YOH-KYE
FUE:
CON:
TAM:
INT: 3D6
POD: 4D6
DES:
APA: -
EDU: -
COR: -
Puntos de vida
Movimiento:
Bonif. al daño:
Arma %Ataque Daño
Tetsu-bo
Arremetida
45%
35%
1D10+BD
1D6+bd
Armadura: 1 piel gruesa
Regeneración: No
Hechizos:
COR: 1D4/1D8+2

Tabla de contenidos

Descripción

Yôkai, que significa “aparición hechizada”, es un término general que se refiere a una amplia variedad de criaturas que en occidente se llamarían gules, duendes y demás monstruos. Sin excepciones, los Yôkai son espantosos en apariencia, y suelen ser bastante peligrosos. Posiblemente debido al fino velo que separa las dimensiones, los Yôkai se materializan más a menudo en las horas que hay entre el amanecer y el anochecer. Las formas y capacidades de esta clase de criaturas japonesas son muy variadas, y podría decirse que el término Yôkai es el que mejor las recoge.

Los Yôkai son manifestaciones del caos encarnado. Cuando tiene lugar un desgarramiento en la estructura del espacio-tiempo, zarcillos de caos puros se extienden desde la corte de Azathoth. El caos llega a la Tierra, pero separado de su fuente de origen, y el paradigma local de creencias en los seres que habitan la región comienza a modificar y moldear esta energía bruta. El resultado es lo que los japoneses llaman Yôkai; en occidente tienen muchos nombres, tales como vampiros y hombres lobo. Los Yôkai son comunes en Japón porque en el archipiélago se halla la mayor concentración de líneas de dragón del planeta.

Los Yôkai se alimentan de la energía sobrenatural. Los avistamientos de Yôkai tienen lugar cuando fuerzas preternaturales han sido liberadas. Ningún tipo de energía es desperdiciada, ni siquiera la sobrenatural. Lo Yôkai adquieren vida gracias a la fuerza etérea y al ki (POD/puntos de magia), y se forman a lo largo de miles de años de marcas culturales en la tierra que los rodea, todo sin la necesidad de la intervención de ningún ser inteligente. Cuando un Primigenio despierta y usa su grandiosa cantidad de poder mágico en las inmediaciones de Japón, toda energía sobrante engendrará instantáneamente a un Yôkai. Surgirán de la nada cual caos, bullendo, y compartirán sus dolores de nacimiento con las víctimas con las que se crucen.

Otro lugar común de aparición de Yôkai son las inmediaciones de los nexos de poder, llamados líneas de dragón por los practicantes de feng shui. Casualidad o no, muchos sitios sagrados en Japón y templos budistas y sintoístas se localizan sobre estas concentraciones de ki. Hay Yôkai de todos los niveles de poder. Algunos no representan una amenaza física ni para los investigadores más débiles; otros son capaces de partir los huesos humanos como si de finas tablillas se tratasen. Indistintamente de la omnipresente amenaza física, la causa subyacente de la formación de cualquier Yôkai es lo que debería preocupar a un investigador: suelen ser una señal de que hay algo peor acechando a la vuelta de la esquina.

Representan una carta de presentación para introducir la atmósfera japonesa. A pesar de la estandarización de las entradas, no existen dos Yôkai iguales, ni aunque sean del mismo tipo. Ello se debe mayormente a factores relacionados con la duración de su formación, aunque básicamente esto es para enfatizar que son la encarnación del caos. El Guardián debería sentirse libre de ajustar los atributos para mantener la viveza al usar uno.

Las confrontaciones con los Yôkai son encuentros con lo extraño en Japón, y fácilmente salvables por los investigadores. Eso no quiere decir que en un encuentro con un “mero Yôkai” los investigadores puedan permitirse bajar la guardia: algunos son impredecibles y lo suficiente grotescos como para apartarlos de la pista hacia la verdadera amenaza para la humanidad y hacerles correr por sus vidas sin más.

Destruir a un Yôkai

La destrucción física de un Yôkai, es decir, la reducción a cero de sus puntos de vida, no hará nada más que expulsar a la criatura durante un periodo de tiempo durante el cual se reforma en el lugar de su génesis original. Un método más permanente es reducir a cero sus puntos de POD, con lo que queda expulsado para siempre.

La obra moderna sobre los Mitos “Libro blanco del Proyecto Yûrei” contiene uno de los pocos hechizos que invocan a los Yôkai. Las razones para ello quedan bastante claras cuando echas un ojo a las directrices del Proyecto Yûrei: taponar la energía caótica que crea a los Yôkai y emplearla como la energía no contaminante para el futuro. Lo que los investigadores de este proyecto no saben es que el hechizo no hace más que taponar sus propios puntos de magia, o la presencia de puntos de magia en la zona.

Creación de un Yôkai

Existe una increíble variedad de formas con las que un Yôkai puede manifestarse. Aquí se ofrece una rápida guía de creación para las habilidades, poderes y comportamiento de un Yôkai básico. Los Yôkai son en esencia trastornos del flujo natural del ki cuando el equilibrio del Yin y el Yang no es equitativo, y prevalecen las energías oscuras del Yin. Cualquier situación de emoción intensa o utilización de magia resulta apta para la manifestación de los Yôkai. Por este motivo, el Guardián debería crearlos, puesto que representan una herramienta excelente en un escenario para impulsar la trama, presentar pruebas y redirigir a investigadores atascados. En esta guía se ofrece una serie de Yôkai bien conocidos históricamente. Las entradas son breves, listándose únicamente los poderes y habilidades que representan la excepción a la creación original. El resto estadísticas deriva de la puntuación en POD.

Los once pasos para la creación de un Yôkai

  • Uno: Liberación de energía. Determínese la energía liberada en el área redondeando hacia arriba todos los puntos de magia utilizados en una escena. No es necesario que sea exacto (tírese 4D6 para una perturbación menor psíquica/mágica, 6D10 para una memorable, 3D100 para un evento mayor). Por supuesto, esto puede quedar predispuesto, basándose en un encuentro ya experimentado en el escenario, o uno que tuviera lugar de forma paralela a las acciones de los investigadores. El incidente posterior resulta un buen gancho argumental, devolviendo a los investigadores al lugar donde se formó el Yôkai. Ejemplo: aquí tuvo lugar una antigua batalla, se usaron 10 puntos de magia en la perturbación.
  • Dos: Emoción y localización. El Guardián determina si ha tenido lugar o se ha experimentado un poderoso sentimiento en ese sitio previamente. Considérese el entorno de la localización, ya que eso afecta al tipo de Yôkai que se manifiesta: ¿Se trata de un campo estéril? ¿Una montaña cubierta de nieve? ¿Un cementerio de coches abandonado? ¿Una playa? Ejemplo: en este lugar, un ninja mató a un samurái. Es un viejo campo de batalla encantado.
  • Tres: Materiales físicos. ¿Qué materiales tiene a mano el Yôkai para imitar? ¿Hay viejas sombrillas por los alrededores? ¿Un perro sarnoso? ¿La estatua de un Oni?
Ejemplo: el samurái quedó indefenso cuando su espada se partió, la cual sigue aún oxidándose en el suelo. Su espada, una katana, era el foco central de su vida. Así que diseñaremos un Yôkai-katana que se manifieste aquí.
  • Cuatro: POD. Estos tres factores anteriores deciden el tipo de Yôkai que nace. Tírense los dados o cuéntense los puntos de magia y utilícense para establecer el POD del Yôkai.
Ejemplo: El katana-bake tiene 10 puntos de POD, haciendo a la gente sentirse acechada, y merodeando por los campos de batalla.
  • Cinco: PODx3=estadísticas. Tómese este valor en POD, multiplíquese por 3 y úsese el resultado para repartirlo entre las estadísticas restantes. Todas las habilidades del Yôkai se basan en la cantidad de energía que lo originó. El POD pudiera parecer, alto pero esto es lo que alimenta la manifestación de un Yôkai.
Ejemplo: POD 10x3 = 30 puntos a distribuir entre las demás estadísticas: FUE 6, CON 3, INT 2, TAM 1, DES 12, Movimiento 6, P.V. 2 (los puntos de vida derivan de la media del TAM y la CON, como siempre). El modificador al daño es -1D6, pero ignórese, dados los engañosos factores.
  • Seis: Grupos. A la miseria le encanta la compañía. Los Guardianes crean un pequeño grupo de la misma clase de Yôkai. Tan solo divídase el POD entre ellos.
Ejemplo: 3 no es realmente suficiente energía mágica como para animar a más de un Yôkai, así que nosotros nos quedamos con un solo katana-bake. Pero si se querían hacer, digamos, cinco estrellas arrojadizas, divídanse los 10 puntos de POD entre 5 y obtendremos cinco shuriken-bake con 2 puntos de POD cada uno.
  • Siete: Elíjase la categoría del Yôkai. Los Yôkai pueden clasificarse en categorías generales. Aquí ofrecemos unas pocas: Akuma (ah-coo-ma), demonios; Onna (oh-nah), en forma de hembra; animales monstruosos; y objetos animados.
Ejemplo: Nuestros katana-bake encajaría dentro de la categoría de objetos animados, ya que la katana jamás fue un ser vivo.
  • Ocho: Crear una capacidad única. Basándose en toda la información, decídase un poder o capacidad especial para el Yôkai. Por naturaleza, los Yôkai son lo imposible hecho real, un elemento que hace de la criatura algo más extraño. A menudo, el factor alarmante de un Yôkai es lo mundano hecho surrealista. Ejemplo: para trasladarse, nuestros katana-bake puede volar como si un samurái invisible lo estuviese blandiendo. También tiene un par de ojos rojos y brillantes en la empuñadura.
  • Nueve: Poderes especiales. Si se desea, se le puede otorgar al Yôkai un ataque o capacidad especial, pero éste le cuesta 1 punto de POD con cada uso, pudiendo dejarle inerte si se emplea demasiado.
Ejemplo: Para el primer poder, puede gastar 1 punto de POD permanente y efectuar un empalar. En eras pasadas, los samurái creían que las almas de sus víctimas residían dentro de la katana. Así que como segundo poder, y para hacer a nuestro katana-bake especialmente letal ante los investigadores, se le puede otorgar esta capacidad de robar almas, pues su POD va menguando y necesita recargarse. Aunque por el bien de la imparcialidad, podríamos decir que primero ha de empalar, su primer poder, para intentar recurrir a esta segunda habilidad. Y la probabilidad de acierto es igual al POD actual multiplicado por 10, así que con 1 de POD (1x10=10%) existen muy pocas probabilidades.
  • Diez: Rellenar las demás estadísticas. Ahora con un Yôkai completo, posiblemente ya se tenga una historia de trasfondo para su creación. En este punto, es un buen momento para rellenar cualquier detalle anterior. Armadura, hechizos y pérdida de COR debieran resultar sencillos de decidir, basándose en la descripción del monstruo. No obstante, la pérdida de COR nunca debería ser superior al valor en POD.
Ejemplo: El katana-bake tiene 3 puntos de armadura gracias a su composición metálica, carece de hechizos y cuesta 0/1D2 puntos de COR ver a una katana girando en el aire y aniquilando a sus oponentes.
  • Once: Debilidades innatas. Otórguesele al Yôkai un punto débil o una manera de ser expulsado con el conocimiento adecuado. Descubrir el artefacto físico original para destruirlo o bendecirlo, saber quién pereció en el lugar o saber qué hecho tuvo lugar donde se engendró el Yôkai, apuntará hacia el método de liberar la energía atrapada por el Yôkai de vuelta al flujo natural del ki. Desenterrar tales hechos también puede conformar un escenario.
Ejemplo Nuestro katana-bake busca hacer vivir esa sensación de indefensión que sintió hace mucho el samurái. Tal vez enfrentarse a él sin temor a pesar de la situación aparentemente desesperada lo expulse. O tal vez sencillamente empale y robe el alma.
Si el Yôkai del ejemplo es expulsado, la espada, en sí misma una creación “mágica” animada, se disuelve para reformarse cuando el Yôkai recupere todo su POD. La armadura y los puntos de vida no se aplican a una espada real en el sentido mundano, sino al doble del objeto que se halla en alguna parte. En otras palabras, el Yôkai es una entidad hostil con forma de espada, y no una mera espada.

Clases de Yôkai

Estas clasificaciones generales son solo una guía para el Guardián. Si no se está seguro de la clase de Yôkai al crear uno, elíjase ésta de acuerdo a la historia relacionada con el sitio donde surge.

  • Akuma: demonios/diablos. Estos Yôkai suelen formarse allá donde ha habido violencia y depravación: antiguos campos de batalla, escenas de homicidios, cámaras de tortura, campos de concentración o muertes trágicas. Son considerados demonios por la gente debido a su peligrosísimo comportamiento violento para con los humanos.
  • Onna: formas de mujer. Este tipo de Yôkai aparece mayormente en el paisaje urbano. El amor no correspondido o un corazón roto es el factor clave en la formación de estas mujeres monstruo. Su comportamiento puede resultar desconcertante en ocasiones, ya que dejarán marchar a una víctima si le “llegan” al corazón. Se tratan de los Yôkai más inteligentes, y podrían tratarse de verdaderos espíritus encarnados. De voluntad propia, son los Yôkai que más probabilidades tienen de llegar a ser servidores de los seres de los Mitos.
  • Animales monstruosos. Estos Yôkai se manifiestan en paisajes naturales: bosques, ríos o montañas. Normalmente, son el resultado del maltrato animal o del abuso de la naturaleza.
  • Objetos animados. Estos son quizás los Yôkai más extraños, ya que imitan a objetos mundanos que han cobrado vida. La creencia común sostiene que los utensilios diarios han de ser destruidos al cabo de 101 años, o adquirirán voluntad propia debido al uso prolongado

Mitología

Yôkai ("apariciones", "espíritus", "demonios", o "monstruos") son una clase de criaturas en la cultura japonesa que van desde el malévolo oni al travieso kitsune o la mujer pálida Yuki-onna. Algunos tienen partes animales y/o partes humanas (por ejemplo, Kappa y Tengu). Los Yôkai son generalmente más poderosos que los seres humanos, y debido a esto, tienden a actuar con arrogancia sobre los mortales. Los Yôkai también tienen valores diferentes de los seres humanos, y cuando estos entran en conflicto pueden conducir a la enemistad. Ellos son generalmente invulnerables al ataque humano, pero pueden ser derrotados por monjes budistas con la bendición de Buda, conocidos como Onmyōji

Algunos Yôkai simplemente evitan a los seres humanos y así el problema que conllevaban; generalmente habitan en áreas aisladas lejos de viviendas humanas. Otros Yôkai , sin embargo, deciden vivir cerca de asentamientos humanos conviviendo en buena armonía. Algunas historias cuentan que los yōkai crían con los humanos para tener han'yō, o “Humanos mitad demonios”. La mayor parte de estos cuentos comienzan como historias de amor, pero a menudo acaban con tristeza, resultado de los muchos obstáculos que tienen que afrontar los Yôkai y los mortales en sus relaciones.

Relatos

Hilos de discusión

Aparece en el suplemento Secretos de Japón

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