El libro del mito

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Detalle
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Título: El libro del mito
Idioma: Idioma de Mu
Fecha: Desconocida
Autor: Desconocido
Tiempo lectura: Desconocido
Tiempo ojear: -
COR: Desconocido
Mitos Cthulhu: Desconocido %
Ciencias ocultas: Desconocido %
Hechizos No.
Multiplicador de hechizos Sin especificar


Tabla de contenidos

Descripción

El nombre en japonés es Shinwa taizen

Aunque el título “Shinwa taizen” pueda traducirse como “El libro/archivo del mito”, los eruditos se refieren a él como “Libro de la verdad”. Contiene la historia del origen mitológico de las islas japonesas y de la naturaleza divina de los japoneses. Los emperadores, de la línea Yamato, son descendientes de la diosa del Sol Amaterasu. A lo largo de los siglos el libro ha corroborado los orígenes divinos del trono imperial y del derecho del emperador a gobernar.

La edición más antigua conocida del “Shinwa taizen” es una versión del siglo II escrita por una gran hechicera y gobernadora, la emperadora Pimiko. La interpretación del siglo VI fue escrita por una chamán sintoísta, una itako, quien consultó a los espíritus de héroes mitológicos. Con la caída del matriarcado en Japón, los nuevos líderes masculinos intentaron reescribir la historia con el propósito de legitimar su gobierno; así apareció en el siglo VII una versión muy expurgada en japonés kobû que volvió a ser alterada en el siglo XIII para que se ajustase a las aspiraciones políticas de la clase militar dirigente, el shogun. El “Shinwa taizen” fue más corrompido en el siglo XVI debido a una reinterpretación por el emergente neoconfucionismo, cuyas alteraciones provocaron que el contenido del libro llegase a ser una mera fábula y un mito con moraleja, eliminando toda evidencia del contenido original. Las ediciones con más ejemplares impresos (el “Kojiki” y el “Nohon shoki”), vieron la luz en el siglo XVI en forma de láminas de madera, y a pesar de su contenido impreciso, resultaron tan escandalosas en aquel tiempo que el impresor fue ejecutado.

Así pues, en esencia, existen dos libros hoy día: el “Shinwa taizen” y el “Kojiki”. Uno contiene los verdaderos orígenes de la raza japonesa y es codiciado por sociedades secretas. El otro es un libro públicamente conocido por contener cuentos de hadas, mitos sobre la creación y una historia revisionista en beneficio de los líderes políticos de turno.


El contenido de este gran tomo incluye fábulas, parábolas, poemas épicos, sucesos místicos contados de primera mano, canciones, comentarios acerca de pasajes desaparecidos y los primitivos renga (versos enlazados). El “Shinwa taizen” está compuesto por diecisiete pergaminos que detallan la historia de la raza japonesa, sus héroes, sus villanos y sus gobernantes. Las páginas empiezan por los días muvianos, cubren el gran éxodo en el 25.000 a.C., los enfrentamientos que tendrán lugar en el siglo XXV… Incluso las versiones chinas del “Shinwa taizen” contienen estos pasajes proféticos, esas predicciones crípticas que suelen resultar obvias cuando tiene lugar el suceso.

Individuos de cierta inteligencia pueden descifrar y utilizar el “Shinwa taizen” para predicciones. También describe con claridad el panteón de los Kami al completo, su linaje, sus verdaderos nombres, ámbitos de influencia, rituales para solicitarles audiencia, su invocación y expulsión, tanto de los elementales más peligrosos hasta los espíritus menos sensitivos. Muchos Kami poderosos son el resultado de los hechizos que los hechiceros muvianos lanzaron sobre sí mismos para asegurar la inmortalidad de sus espíritus y así poder guiar a sus descendientes. El texto también esboza los principios del sintoísmo, el proceso para encantar objetos y la manipulación de la materia mediante la inversión de puntos de magia. Ciertas canciones y versos enlazados, si son leídos en voz alta, pueden invocar inadvertidamente hechizos o convocar a seres mitológicos mencionados en las páginas del “Shinwa taizen”.

Las ediciones de los siglos II y VI del “Shinwa taizen” trazan el linaje de los japoneses desde una época muy anterior al enfrentamiento del clan Yamamoto o a que la planicie de Kanto, hoy Tokio, perteneciese al trono imperial. Estas ediciones recogen la historia del pasado remoto, desarrollando el relato del éxodo masivo por parte de los antecesores de Japón desde el Imperio dorado del Sol del continente sumergido de Mu. Hacia el final de la era muviana, cuando nada más que quedaban unas cuantas islas de lo que una vez fue un gran continente y el rey bárbaro Thongor era ya historia, los restos de los reinos muvianos cobraron una gran fuerza. En primer lugar, las razones para colaborar entre ellos eran prácticas: proteger a las tierras restantes de piratas y bárbaros. Finalmente, los Hombres serpiente y los humanos llegaron a coexistir pacíficamente durante cientos de generaciones en una sociedad integrada de gobierno dual, con el Emperador del Sol por parte de los humanos y el Rey dragón por la de los Hombres serpiente. En todos los niveles de la sociedad jerárquica las dos razas contaban con defensores para sus gentes. La última gran civilización de Mu era conocida en el reino como el Imperio dorado del Sol en honor a un grande y glorioso pasado. Pero a diferencia del antiguo reino conquistador, eligieron resurgir de sus cenizas reforzando su poder mediante el rico legado mágico que Mu aún poseía.

El imperio logró alcanzar la armonía racial gracias al uso de la graduación genética, ritos y la unión mágica de ambas razas. Para asegurarse de ello, tales intercambios simbólicos solían ser mínimos, aunque con el paso de los milenios los rasgos característicos de cada raza llegaron a manifestarse en la otra. Los Hombres serpiente del Imperio dorado del Sol llegaron a diferenciarse morfológicamente de los Hombres serpiente de otras parte del mundo. Lo mismo puede decirse de los ágiles prejaponeses, aunque hoy día sus rasgos más distinguibles se hayan mezclado debido a las guerras y uniones con otros asiáticos. Estos genes dormitantes se encuentran todavía dentro de cada japonés, y podrían ofrecer una razón a los japoneses para sentirse únicos.

De acuerdo con el “Shinwa taizen”, este paraíso sobre la Tierra, el Imperio dorado, desapareció por culpa del orgullo de sus líderes. Los magos cometieron los mismos pecados que la vieja tierra de Nianga y cayeron bajo la oscura influencia del caos. Mediante el Gran experimento, intentaron combinar las dos razas, los humanos y los Hombres serpiente, hasta un nivel final de unión y ascensión a un nuevo estado. Para tal propósito, los magos invocaron el poder de Ghatanothoa para conseguir la energía necesaria para este experimento. Tuvieron éxito, pero incurrieron en la ira de Yig y de Mappo no Ryûjin. La violenta reacción de los enfurecidos Primigenios destruyó a medio reino en la misma noche en la que Atlantis fue devorada por un cataclismo. Asustados, los grandes sacerdotes muvianos supervivientes ejecutaron sus más poderosos hechizos, la mayoría sacrificando sus almas al errar eterno, y teletransportaron a decenas de miles de personas hasta un lugar seguro localizado en una cadena de islas vírgenes y salvajes, ahora conocidas colectivamente como Japón. El precio a pagar por los Hombres serpiente al llegar a la nueva tierra resultó excesivo: la hibernación mágica y la pérdida del favor de Yig, provocando aquello su descenso a un estado de degeneración.

Los supervivientes de Mu desplazaron a los ainu, quienes eran pobladores provenientes del continente de Lemuria. Puesto que el archipiélago japonés no albergaba a animales grandes (los caballos no fueron importados desde Corea hasta el siglo V), los supervivientes se vieron forzados a reconstruir su cultura desde cero empleando nada más que las toscas herramientas indígenas. Sin la ayuda de los Hombres serpiente ni de los grandes sacerdotes muvianos, la cultura y la tecnología de los nuevos japoneses se centraron en el cultivo de arroz y el chamanismo primitivo, levantando los cimientos de la nativa religión sintoísta.

Muchos de los relatos acerca de dioses contenidos en los pasajes de las ediciones del siglo VI y posteriores del “Shinwa taizen” son hechos verídicos relatados pos los grandes hechiceros muvianos que ayudaron a los supervivientes en su viaje hasta la nueva tierra. El relato hallado en las versiones públicas trata del dios creador Izanagi, que arrojó una lanza a los océanos (la diosa Izanami) y formó las islas japonesas. En realidad, esta historia se repitió en la masiva apertura de portales y en la invocación de varios Primigenios por hechiceros muvianos para transportar su carga hasta un lugar seguro. Basándose en el nombre de su antiguo reino, el Imperio dorado del Sol, los supervivientes apodaron a su nuevo hogar “Tierra del Sol naciente” para así denotar la esperanza que tenían a pesar de su difícil situación.

Hoy día, aquellos de sangre muviana poseen la marca de la unión entre humanos y Hombres serpiente, y no solo en Japón, porque se han ido extendiendo por todo el globo. Estos son los hijos de la “raza caída,” los nefilim. Poseyendo pureza genética, y estando poseídos por Serpientes astrales, ocupan puestos importantes en todos los países del mundo. Los hijos de los reyes merkovianos son los dirigentes ocultos del mundo. Los Señores dragón representan sólo una variante de un culto mundial a la serpiente. No son más que vigías de este linaje genético.


Otras ediciones

El libro origiinal se encuentraba escrito en el idioma de Mu, posiblemente naacal, tradición oral o sánscrito hasta el siglo II. Se cree desaparecida, aunque existen rumores relacionados con una copia hallada en Okinawa recientemente

Hechizos

No posee hechizos, pero al leerlo el lector puede lanzar sin ser consciente un hechizo Llamar/Expulsar a Aku-Shin Kage


Relatos

Aparece en el suplemento Secretos de Japón

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