Tengu

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PERFIL
Imagen:Tengu.jpg
Pronunciación: TEN-GOO
FUE: 3D6+6 (16/17)
CON: 6D6 (21)
TAM: 3D6+6 (10-11)
INT: 4D6 (14)
POD: 6D6 (21)
DES: 5D6 (17-18)
APA: -
EDU: -
COR: -
Puntos de vida 16
Movimiento: 6/50 mediante proyección astral
Bonif. al daño:
Arma %Ataque Daño
Bo-ken
Picotazo
47%
35%
1D6+bd
1D4
Armadura: No
Regeneración: Sí*
Hechizos:
COR: 0/1D4

Tabla de contenidos

Descripción

Llamados t’ien-kou (perros celestiales) en China, los chinos consideran a estas perversas criaturas como demonios de montaña semejantes a pájaros, las cuales raptaban y se comían a sus hijos, provocaban incendios y gustaban de hacer romper sus votos a los sacerdotes. Aunque hay algo de verdad en estos mitos, el hecho de que moren en remotas montañas solitarias explica sobradamente su traviesa conducta. Los Tengu poseen la capacidad de producir ilusiones, camuflándose como humanos normales con el fin de tentar a los sacerdotes budistas. Emigrando junto a los sacerdotes chinos a los que tanto les gustaba atormentar, los t’ien-kou llegaron a Japón durante los siglos V y VI. Una raza humanoide con rasgos de cuervo, estos seres tienen el pico, los talones, las brillantes alas negras y las patas de un ave, pero la forma bípeda y las manos de un humano.

Los Tengu de más edad exhiben una larga y áspera barba, con el pelaje y los rasgos volviéndose de un tono blanco como la nieve. Éstos suelen ser los sabios y los líderes de la raza, y no se puede jugar con ellos. Alcanzan edades extremadamente avanzadas, a veces varias centurias o más, cosa que queda de manifiesto en las arrugas de sus patas.

Cuenta la leyenda que llegaron en cometas y meteoros. Son una raza estelar que se estableció en el continente de Asia menor hace 50.000 años. Se les puede encontrar en las regiones montañosas de Asia y suelen tener disputas con los Mi-Go por el territorio. Los motivos de su emigración hacia la Tierra han sido olvidados por ellos mismos, aunque todos recuerdan vagamente algún triste evento resultado de la arrogancia de su raza. Es por esta razón por la que desprecian tal actitud en otros seres y suelen castigar severamente este comportamiento en los humanos. A lo largo de los siglos han ido apareciendo máscaras que representan a los Tengu en los festivales sintoístas y en las representaciones noh. Hoy día, la mayor parte de loa japoneses cree que los Tengu no son más que una leyenda, sin sospechar lo que acecha en las lejanas montañas.

Aunque los Tengu no lo recuerdan, una vez habitaron el mismo sistema solar que los Byakhee. Con una cultura de maestría tecnológica, iniciaron una guerra para transformarse en la raza dominante del sistema de Aldebarán. Después de muchos milenios, los Byakhee empezaron a perder la guerra sistemáticamente y pidieron ayuda a Hastur, que demandó su servidumbre a cambio. Furiosos, los Tengu invocaron a Ghroth para destruir a los Byakhee. Hastur se las arregló para detener al Dios exterior, pero no antes de que éste consumiera el planeta natal de los Byakhee y provocase que el de los Tengu colisionase con el sol de Aldebarán en una feroz conflagración. Huyendo por todos lados, algunos Tengu llegaron a la Tierra hace 50.000 años. Hoy día, son una raza desorganizada y menospreciada por Hastur. Debido a la influencia del Lama esmeralda, un avatar de Hastur, los Tengu suelen actuar contrariamente a lo establecido por el budismo humano.

En el archipiélago japonés se puede localizar a los Tengu en los puestos de avanzada Mi-go y en las regiones montañosas más remotas. Mientras que la raza de los t’ien-kou en China era exterminada lentamente en escaramuzas con los Mi-Go a lo largo de los siglos, los Tengu prosperaban en Japón.

De naturaleza mística, estos seres poseen la capacidad de producir ilusiones, mayormente para camuflarse como humanos con objeto de tentar a los sacerdotes budistas para que rompan sus votos. Mediante la concentración, pueden formar ilusiones convincentes y complejas, incluyendo las sensaciones de vista, gusto, olfato y tacto. Algunos usan esta capacidad para convencer a los sacerdotes naïve de que han llegado al Paraíso occidental o a la Tierra pura. Algunos disfrutan incitando a la glotonería a un monje en ayuno, quien descubre en seguida que ha sido engañado y que la suntuosa carne que ha estado comiendo es en realidad heces de animal.

Sin embargo, estas ilusiones no son completas, y el observador inteligente puede percibir la forma real de un Tengu gracias a la sombra que proyecta y a la ausencia de sonido en la ilusión. Las ilusiones también pueden quedar reveladas mediante magia o el ataque cuerpo a cuerpo de un especialista en artes marciales; el contragolpe mágico transforma temporalmente al Tengu en un pájaro negro herido.

(El tipo de magia referido arriba son los hechizos de los Mitos relacionados con la dispersión, la perturbación o el desenmascaramiento de una ilusión. Una ilusión de un Tengu no puede ser revelada accidentalmente como efecto secundario de un hechizo de los Mitos realizado con otro fin. La magia menor de los humanos no suele revelar las ilusiones de los Tengu. Un “especialista en artes marciales” es alguien que tenga 50% o más en cualquier arte marcial).

Los Tengu más viejos y experimentados son más hábiles en el aspecto ilusorio. Esta actitud mística se ve reflejada en la jerarquía. Entre los humanos, los Tengu adoptan la apariencia de ancianos con narices anormalmente largas en lugar de sus verdaderos picos. Estos Tengu están a cargo de los más jóvenes (similares a cuervos), quienes son incapaces de alterar toda su forma.

Los reyes de los Tengu son los llamados sojobo (sew-jo-bow), y son los más ancianos y arrugados de entre los Tengu blancos. Los sojobo visten únicamente la túnica religiosa de los sacerdotes yamabushi. Al vivir en las mismas montañas que los sacerdotes yamabushi frecuentan durante sus peregrinaciones, no resulta sorprendente que a los Tengu ancianos les dé por adoptar la túnica de estos sacerdotes ascetas de montaña para disfrazarse. Se dice que los sojobo enseñaron artes marciales y estrategia al famoso shogun Yoshitsume Minamoto, en el monte Kurama en Kioto. Los rasgos de ave de los Tengu pueden inducir al error, puesto que en realidad no pueden volar. Se trasladan de una localización a otra vía proyección astral, desapareciendo en un lugar y apareciendo instantáneamente en otro. Tal vez por esta razón lleven los pies descalzos, porque nunca tienen que andar físicamente muy lejos.

Los Tengu se comunican mediante el uso de la telepatía, sin mover jamás sus picos para hablar. Los más hábiles también pueden utilizar la telepatía para poseer o hablar directamente a otras personas cuando les es necesario, aunque este contacto mental directo con un Tengu puede resultar perjudicial para la psique humana. En raras ocasiones, los Tengu han aparecido en los sueños de la gente, comunicándose con ella a través de este método.

Al igual que las demás aves, los Tengu nacen de huevos enormes en criaderos celosamente protegidos y prefieren las localizaciones elevadas. Suelen llevar una vida recluida en las zonas más altas de las montañas. A menudo, adquieren la apariencia de sacerdotes yamabushi y caminan entre la humanidad disfrazados de los místicos que residen en los remotos monasterios de montaña.

A lo largo de los milenios, la raza de los Tengu ha llegado a aceptar las intromisiones ocasionales de los humanos, y algunos hasta han llegado a apreciar la ética de los sacerdotes yamabushi, adoptando su aspecto único y descendiendo a la sociedad humana para observarla. Pero este es un caso raro, y los que lo hacen son vistos por los de su propia especie como grandes maestros o como insensatos sin remedio. La mayoría es malvada por naturaleza, y es más probable que se burlen de los humanos o los conduzcan a la locura mediante ilusiones

Características Tengu según edad

Grupo Pregenerado

Según la edad los Tengu son denominados Cuervo, Barba blanca o Sojobo. Entre paréntesis la media correspondiente

Estadísticas de Cuervo - Barba blanca - Sojob
× Cuervo Barba blanca Sojobo
FUE 3D6+6 (16-17) 3D6+4 (14-45) 3D6 (10-11)
CON 6D6 (21) 5D6 (17-18) 4D6 (14)
TAM 3D6+6 (10-11) 3D6+4 (10-11) 3D6 (10-11)
INT 4D6 (14) 6D6 (21) 7D6(24-25)
POD 6D6 (21) 7D6 (24-25) 8D6 (28)
DES 5D6 (17-18) 4D6 (14) 3D6 (10-11)
PV 16 14-15 12-13

Armas

Regeneran 1 punto de vida por asalto gracias a la regeneración astral, a menos que este plano sea bloqueado de algún modo. Las armas normales no les hacen daño, aunque las encantadas y los hechizos los afectan normalmente. La única excepción son los ataques a manos limpias o pies descalzos realizados por un maestro en artes marciales (50% o más).

Hechizos

Los Tengu con POD 14 o más suelen conocer 1 hechizo por punto de POD por encima de 13. Además poseen las siguientes habilidades:

  • Tejer ilusiones: Los Tengu son capaces de crear ilusiones muy convincentes invirtiendo energía mágica en el intento, creando así poderosas formas. Para que un espectador se dé cuenta de que no es real, enfréntese su INT en la Tabla de resistencia al número de puntos de magia que el Tengu invirtiera en la ilusión. Si el espectador vence, detecta un defecto en la ilusión, como la sombra aviar, y puede dispersarla gastando la misma cantidad de puntos de magia. Si el espectador pierde, cree que la escena es real hasta que el Tengu intenta engañar a la víctima para que haga algo que viole seriamente sus valores éticos, como que un monje budista coma carne o mate a alguien, cuando la víctima tendrá derecho a otra tirada en la Tabla de resistencia.
  • Telepatía: Los Tengu se comunican telepáticamente. Un Tengu puede iniciar fácilmente una comunicación con objetivos dispuestos a ello con el gasto de 1 punto de magia. La voz telepática de un Tengu suena como una versión distorsionada de los propios pensamientos del receptor. En raras ocasiones, se sabe que se han aparecido en los sueños de la gente. Para aquellos que deseen resistirse a la posesión, telepatía o comunicación onírica, enfréntese su POD al POD/2 del Tengu en la Tabla de resistencia. Un fallo indica que se fuerza la comunicación, y cuesta 1 punto de COR al haberse abierto camino a través de las defensas naturales de la mente humana.
  • Proyección astral: Los rasgos de ave de los Tengu resultan engañosos, dado que no pueden volar. Viajan haciéndose incorpóreos, en un estado de energía, viajando astralmente y reformándose en una nueva localización. No pueden llevar pasajeros debido al método en sí. Son extremadamente ágiles, pero no están inclinados a moverse más allá de cortas distancias, considerando las ventajas de la proyección astral. Han aprendido a evitar al Primigenio Hydra, el cual también frecuenta el plano astral.
  • Regeneración: Los Tengu son seres multidimensionales, no del todo físicos, y son capaces de extraer energía etérea del plano astral para regenerar los puntos de magia y de vida perdidos. Cuando se le hiere, un Tengu regenerará automáticamente 1 punto de vida por asalto hasta sanar completamente. Los puntos de magia se regeneran a razón de 1 cada 10 minutos.
  • Artes marciales: Como parte de su entrenamiento asceta, todos los Tengu son muy afines a las artes marciales, y cuentan con un nivel sólo inigualable por los luchadores legendarios (85% o más). La mayoría prefiere el Bo-ken y la Naginata por su alcance. Sus ataques son siempre considerados empalamientos para propósitos de daño, ya que pueden canalizar su ki, concentrar la fuerza espiritual, en un ataque físico, incrementando considerablemente la potencia de sus golpes. También dominan el ryu-jitsu, el uso de los puntos de presión del cuerpo para inmovilizar, aturdir o matar a un oponente. Los humanos suelen buscarles para aprender artes marciales y estrategia; pocos son los que cumplen con los estrictos requerimientos de sus mentores.

Mitología

Emma-Ô , es una deidad de la mitología budista que, además de ser el que juzga el karma de los difuntos, es protector del Dharma del Buda.

Emma-Ô, en su origen, era parte de los Diez Reyes de los Difuntos. Este concepto de diez reyes del mundo inferior, provenía del Taoísmo, y fue introducido en Japón, desde China, durante el período Heian (794-1185 d. C.), floreciendo su culto durante el siguiente período Kamakura.

Para entender el trabajo de estos diez reyes protectores del Budismo, tendríamos que ver un poco de cerca las Seis Esferas o Mundos de la Existencia Condicionada.

Para los budistas, todos los seres nacen en seis esferas o estados de la existencia, que constituye el ciclo de la vida y la muerte, donde están atrapados naciendo, muriendo y renaciendo una y otra vez por incontables eones, hasta que puedan desapegarse del deseo y alcanzar la iluminación. Mientras ese instante no sea una realidad, todos los seres que moran en las seis esferas de la existencia, al morir renacen en esferas más cercanas a la iluminación, o más alejadas de ella, dependiendo de su karma, que son impresiones de los actos que conllevan a la iluminación o que alejan de ella. Los reinos o esferas de la existencia más bajos o alejados de la iluminación son llamados los Tres Caminos que conducen al Error, y los más elevados o que se acercan al ideal de la Iluminación, son llamados los Tres Caminos que conducen al Verdadero Dharma.


Relatos

Empecé a cuestionar la cordura de Kentaro, ya que fueron sus encantamientos los que nos habían conducido a este lugar maldito. Ante nosotros se erguía una impresionante mesa de hueso flanqueada por dos bestias horribles. Unos ojos severos miraban fijamente desde detrás del banco de trabajo, un monstruo con el ceño fruncido nos escudriñaba como si fuésemos meros insectos. Sentí un escalofrío como si los ojos pudiesen ver a través de mi alma. No podía soportar su mirada, ya que el vacío negro de sus ojos me deshizo los nervios. En silencio, el ser abrió un grueso tomo ante mí y comenzó a pasar las páginas solemnemente.

Hilos de discusión

Aparece en el suplemento Secretos de Japón

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