Kadath

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Lugar
Nombre: Kadath
Situación: Tierras del Sueño/Antartida
Tipo: Ciudad
Pronunciación: -

Descripción

La posición de Kadath varía de gran manera en función del relato en el que aparezca. Se ha situado en los siguientes lugares:

Cuando es nombrada en las Tierras del Sueño es descrita como el lugar a donde los Otros dioses viajaban en sus naves formadas por nubes a jugar o bailar. Se encuentra rodeada de desiertos helados y cubierta de nubes. La residencia de los Otros dioses es un castillo de ónice, situado en Kadath. Antes de habitar en kadath Los Otros dioses habitaban en Ngranek. Que se sepa, Randolph Carter es el único humano que ha conseguido llegar a Kadath

Por el contrario, en ocasiones Kadath es un ciudad que se encuentra cercana a la Meseta de Leng, al norte de Tierras del Sueño (siendo situada cercana en Mongolia, o en la Antártida).

En caso de situarse en las Tierras del Sueño, se encuentra en el lejano norte, posiblemente vigilado por Shantaks. Los individuos sensibles, quizás inspirados por su propia curiosidad acerca de las antiguas leyendas, a menudo afirma haber soñado con Kadath, así como con la Llanura de Leng, con la que se relaciona. Las descripciones presentan siempre una fuerte simbología y sentido alegórico, pero también una sorprendente consistencia en lo referente a lugares, gentes y objetos. El eje central de los sueños es el concepto de Kadath como lugar de grandes conocimientos prohibidos para el hombre. Muchos dan cuenta de su visita a un monasterio de piedra vigilado por un sacerdote cuyo rostro aparece cubierto por un velo de seda amarilla. El sacerdote les cuenta a los soñadores secretos sorprendentes que, de forma invariable, olvidan al despertar.

En el relato En las Montañas de la Locura‎ se sitúa Kadath en la Antártida. Es nombrada como origen de antiguas leyendas apenas mencionadas. De acuerdo con algunas interpretaciones, la gigantesca montaña surgió hace unos 150 millones de años desde las entrañas de lo que se dice que fue el primer pedazo de tierra que surgió de las aguas. Los más recientes estudios geológicos discrepan con estas conjeturas. Las montañas no nacen ni así de fácil ni así de rápido, ni duran tanto tiempo. Las propiedades cuasi metafísicas que se atribuyen a Kadath son, en la Tierra, nada más que un frío y sequedad extremos. Las montañas se izaron, y los Antiguos permanecieron en su ciudad original hasta hace aproximadamente 750.000 años, cuando comenzaron a retirarse del frío extremo de la superficie, abandonando gradualmente la ciudad más impresionante del mundo a cambio de sus lugares de descanso en el fondo del mar.

La expedición Miskatonic a la Antártida de 1930-31 notificó la observación de una gigantesca cadena montañosa similar a la descrita en el Necronomicón, además de espectaculares efectos eléctricos y proyecciones de rayos de luz azulada. Estos informes fueron descartados como espejismos producidos por la atmósfera polar. Las siguientes exploraciones no encontraron ninguna montaña fuera de lo común en el continente. El equipo de la U. de Miskatonic había afirmado que se elevaban cimas de entre 12.000 y 15.000 metros a lo largo de la latitud 77° S, longitud 70° E y latitud 70° S, longitud 100° E. Al final, allí no se consiguió encontrar más vastas extensiones de hielo básicamente planas.

Es posible que Kadath no pertenece del todo a este planeta, y que posiblemente sea un lugar extra-dimensional. Las crípticas referencias a una "ciudad entre los polos" del Necronomicón podrían hablar de una Kadath que sólo puede entrar en nuestro mundo en ciertas ocasiones, o en ciertas condiciones. Si esta conjetura fuera cierta, Kadath podría ser la fortaleza de los crípticos Antiguos también descritos por el árabe: seres invisibles de otro mundo contrarios a la humanidad.


Relatos

  • El sello de R'lyeh (August Derleth)

En el corazón de Asia, por ejemplo, el artista había situado la «Mes. Leng»», y al norte de ésta, en el lugar que correspondía a Mongolia estaba «Kadath, en el Desierto de Hielo», zona que era definida como un «continuo tempo-espacial coextensivo [...] los Shantaks, que huyeron de Kadath, en el Desierto de Hielo, por mandato de El Que Camina Sobre El Viento, llamado Wendigo, pariente de Ithaqua.

Kadath los ha conocido en los páramos helados, pero ¿quién conoce a Kadath? En el glacial desierto del Sur y en las sumergidas islas del Océano se levantan piedras en las que se ve grabado Su sello, pero ¿quién ha visto la helada ciudad hundida o la torre secularmente cerrada y recubierta de algas y moluscos?

  • El horror que nos acecha (Robert Bloch)

¿No tendrían sus sueños de visiones aterradoras de Kadath en el Desierto Helado, como resultado, el miedo al frío que le acompañó toda su vida?

si entendí de su jerigonza que venía de Kadath, la del Desierto de Hielo que está cerca de esa Meseta de Leng que se menciona en el Libro.

Hay pues, quizá, una muy real y monstruosa amenaza en lo que dicen los Manuscritos Pnakóticos de Kadath en el Desierto Helado.[...]Pues esa lejana línea violeta no podía ser sino la cordillera prohibida: punto culminante de la Tierra y centro de todo mal; puerto de horrores innominables y enigmas arqueanos; objeto venerado por aquellos que temían descubrir sus secretos; no hollada por ninguna criatura terrestre, pero visitada por siniestros relámpagos y que lanzaba en la noche polar unos rayos extraños... Se trataba sin duda de la temida Kadath del Desierto Helado que las leyendas primitivas apenas se atreven a mencionar...

Pero ahora se han retirado a la desconocida Kadath del desierto frío, en donde los hombres no entran jamás, y se han vuelto severos; y si en otro tiempo soportaron que los hombres les desplazaran, ahora les han prohibido que se acerquen; pero si lo hacen, les impiden marcharse. Conviene que los hombres no sepan dónde esta Kadath; de lo contrario, tratarían de escalarla en su imprudencia.[...]los dioses de la tierra danzan a veces con nostalgia; porque saben que no corren peligro, y les encanta venir a la desconocida Kadath en sus naves de nube a jugar como antaño, como hacían cuando la tierra era nueva y los hombres no escalaban las regiones inaccesibles.

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