K'n-yan

De Wiki Cthulhu juego de Rol

Lugar
Nombre: Kadath
Situación: Tierras del Sueño/Antartida
Tipo: Ciudad
Pronunciación: -

Tabla de contenidos

Descripción

El mundo subterráneo de la azul K'n-yan es al menos tan antiguo como Atlantis, Mu y Lemuria. Los antiguos informes de K'n-yan hacen referencia a la destrucción de todos estos mundos. Los humanos de K'n-yan hace mucho que se aislaron del resto del mundo, aventurándose rara vez a la superficie y prohibiendo la marcha de cualquier forastero que tropiece con su reino. Han tenido tanto éxito manteniendo su existencia en secreto que pocos textos se refieren a ellos, e incluso Von Junzt les considera un mito.

El tamaño de su mundo subterráneo se desconoce, mas se cree que es grande, quizás casi tanto como el continente norteamericano bajo el que se encuentra. Encontramos una entrada a K'n-yan en algún lugar en el condado de Caddo, en el estado de Oklahoma, aunque sin duda existirán otros. Pese a sus muchas adaptaciones, la raza subterránea sigue necesitando reservas de aire fresco. El mundo de K'n-yan aparece iluminado por un fulgor azul, una especie de radiación que empapa el mundo subterráneo.

El pueblo de K'n-yan cree que quienes viven en la superficie de la tierra han sido corrompidos o contaminados de algún modo por fuerzas externas. Las leyendas sobre los tratos de los habitantes de la superficie con los "diablos del espacio" son sin duda una interpretación mítica de las manipulaciones a largo plazo de la evolución humana por parte de los Mi-go. Las gentes de K'n-yan se consideran libres de la influencia de los Mi-go; sus leyendas llegan a afirmar que fueron engendrados en otro planeta, separados de la raza humana, y que llegaron aquí traídos por su dios con cabeza de pulpo, Tulu. No obstante, lo cierto es que son tan humanos como nosotros y que las antiguas leyendas son poco más que propaganda racista. Pero el caso es que los habitantes de K'n-yan sí que se encuentran libres de la influencia de los Mi-go, lo que propicia que desarrollen talentos humanos naturales desconocidos, o tan sólo intuidos, por parte de los habitantes de la superficie.

Aunque gran parte de su historia transcurre bajo la superficie, en ocasiones construían ciudades en el exterior, por lo general durante los períodos Ínterglaciales. Se dice que una de las más destacables se alzó en las faldas del monte Kadath.

Historia de K'n-yan

Esta raza subterránea fue una vez un gran pueblo; construían ciudades decoradas con plata y oro que posiblemente dieron pie a las leyendas de perdidas ciudades de oro que tanto intrigaban a los primeros exploradores españoles de América. Los científicos k'n-yanos descubrieron muy pronto los secretos de la fuerza atómica y exploraron el arte de la manipulación genética, creando extrañas especies de criaturas semiinteligentes que siguen utilizando a modo de monturas.

Los k'n-yanos también fueron capaces de desarrollar sus poderes mentales latentes, aprendiendo a comunicarse telepáticamente y a desmaterializarse a sí mismo y a otros objetos. Los humanos desmaterializados o semi-desmaterializados procedentes de K'n-yan que visitaban nuestro mundo han llegado a originar historias sobre espíritus o fantasmas que asolaban ciertas zonas. Unos pocos han llegado a desarrollar incluso la habilidad de entrar en sus propios sueños, consiguiendo una conexión casi material con los fantasmas y recuerdos del pasado. Lo más importante es que el pueblo de K'n-yan ha aprendido el secreto de la inmortalidad. Casi todos ellos son muy ancianos y han dejado de reproducirse, en su mayor parte. Las únicas muertes cabe achacarlas a algún accidente o a los suicidios.

El declive

La inmortalidad ha traído consigo la decadencia: un aburrimiento tal que los k'n-yanos buscan el consuelo en las drogas, la gula y el desenfreno sexual, y la creatividad a la hora de torturar a otros seres humanos, por lo general a sus esclavos. Pese a estas diversiones, muchos de los inmortales ciudadanqs terminan por buscar la muerte voluntaria. Pierden el interés por los asuntos materiales. A medida que su número se reduce, el pueblo reunido en ciudad central de Tsath deja desierto el resto del mundo subterráneo, abandonando las ciudades a su suerte. Los esclavos y las máquinas hacen todo el trabajo, y el precioso metal de Tulu que conforma su moneda se distribuye a cada individuo en cantidades suficientes para mantener a la clase gobernante a salvo de cualquier penuria.

Los esclavos carecen de derechos y se asegura su lealtad por medio de la sugestión hipnótica, lo que los convierte en zombis sin voluntad. La mayoría de los esclavos ha pasado algún tiempo en el anfiteatro soportando torturas públicas, por lo que presentan serias mutilaciones, mas la avanzada ciencia y la magia de K'n-yan los mantienen con vida y en activo. Incluso los cadáveres sin cabeza pueden cumplir con sus quehaceres, animados por una mezcla de poder atómico y sugestión telepática. Los esclavos también se utilizan para alimentar a las monturas carnívoras de los k'n-yanos, los híbridos gyaa-yothn.

Las gentes de K'n-yan veneran los nombres de Azathoth, Nyarlathotep y Shub-Niggurath, pero sobre todo adoran al antropomórfico dios serpiente Yig, y al dios con cabeza de pulpo Tulu (Cthulhu). El metal de Tulu forma la base de su economía, un material alienígena que creen que llegó a este mundo transportado por el propio Tulu. Curiosamente auto-magnético, parece existir una fuente inagotable de este metal oculta en algún lugar bajo la forma de antiguos ídolos ciclópeos de manufactura alienígena. La escritura k'n-yana es una forma de jeroglífico desconocida para los lingüistas, aunque se parece a las misteriosas tablillas rongo rango encontradas en la isla de Pascua. Esta escritura se basa en los glifos R'lyeh, supuestamente el idioma que trajeron Cthulhu y su semilla a este planeta, utilizado en ocasiones por los Profundos.

Yoth y n'kai

Bajo K'n-yan encontramos mundos aún más profundos. Yoth, y aún más profundo se encuentra N'kai. De N'kai procedieron las estatuas de Tsathoggua Se erigieron los templos apropiados a Tsathoggua y el culto devoto de Tsathoggua pronto rivalizó con los de Yig y Tulu. Se dice que una rama del culto llegó a sacar el culto a Tsathoggua a la superficie, regalando una de las estatuas al pueblo de Lomar, que no tardó en construir un templo adecuado en su honor.

Mas transcurrido algún tiempo, una vez que el negro golfo de N'kai hubo sido explorado por los k'n-yanos y éstos hubieron visto los negros seres que se escurrían entre algunas grietas, el culto fue abolido y las imágenes de piedra se destruyeron con rayos desintegradores. El único rastro superviviente del dios sapo es el nombre de la gran ciudad de Tsath, bautizada en honor del dios. Las posteriores visitas a Yoth no han conseguido revelar la entrada a N'kai, por lo que muchos debaten hoy en día sobre lo fabuloso de su existencia.


Relatos

Están aquí desde mucho antes de que concluyera la fabulosa época de Cthulhu, y recuerdan perfectamente la sumergida ciudad de R'lyeh cuando aún sobresalía de las aguas. Han estado también en el interior de la tierra; hay aberturas que los seres humanos ignoran; algunas de estas mismas colinas de Vermont. Y hay allí mundos enteros de vida desconocida: K'n-yan, de luz azul; Yoth, de luz roja; y N'kai, negro y sin luz. De N'kai procede aquel terrible Tsathoggua que usted debe de recordar.

El mundo subterráneo, como aprendió Zamacona, ostentaba un antiguo nombre que el manuscrito transcribe como «Xinaián», pero que, por las explicaciones complementarias del redactor y las marcas diacríticas, probablemente estaría mejor representado, a oídos de un anglosajón, por la transcripción fonética K'n-yan [...] el pueblo de K'n-yan era casi infinitamente antiguo, y que provenía de una remota zona del cosmos [...] El comercio con las tierras iluminadas por el sol y las estrellas se interrumpió bruscamente. Los pasadizos subterráneos a K'n-yan, o los que podían ser recordados, fueron cegados o cuidadosamente guardados [...] el fenómeno del envejecimiento y muerte había sido vencido, y que los hombres no envejecían mucho ni morían excepto por violencia o voluntad propia [...] un adiestrado hombre de K'n-yan podía desmaterializarse y rematerializarse a si mismo [...] Toda la población de K'n-yan moraba en la gran y elevada ciudad de Tsath [...] y que incluía la región iluminada de azul y una región iluminada de rojo llamada Yoth [...] Los templos del Gran Tulu, un espíritu de universal armonía antiguamente simbolizado en el dios con cabeza de pulpo que había guiado a los hombres desde las estrellas, eran los objetos más ricamente forjados de toda K'n-yan, mientras que los crípticos santuarios de Yig, el principio de la vida simbolizado como el Padre de todas las Serpientes, eran casi tan abundantes y destacados

Herramientas personales